El Vaticano dejará de vender plásticos de un solo uso
Además buscan poder separar todos los residuos especiales en 2020.
El Vaticano dejará de vender productos de plástico de un solo uso, en cuanto se agoten los remanentes que todavía
quedan en sus tiendas, explicó el responsable del Servicio de Jardinería y Saneamiento Urbano, Rafael Ignacio Tornini.
Con esta medida, -incluida dentro del esfuerzo del Estado más pequeño del mundo para reducir lo más posible
los residuos que produce-, se adelanta a la Unión Europea, que prohibirá su venta a partir de 2021.
Según explicó Tornini a la agencia italiana ANSA, el Vaticano espera poder separar todos los residuos
especiales en 2020 y para este fin está trabajando un equipo de cinco personas que él mismo dirige.
Tornini indicó que después de la creación de un centro ecológico en 2016 y su reestructuración en 2018, se
consiguió diferenciar el 98 % de los residuos especiales, en hasta 85 categorías diferentes según
la clasificación europea CER.
"En 2020, esperamos que el porcentaje de estos residuos que se siga
mezclando sea el 0%”, sostuvo.
Por otra parte, la decisión de prohibir productos de plástico de un solo uso pretende atajar el problema
de la gestión de residuos en su raíz, eliminando del uso los productos
que con más facilidad se convierten en residuos.
Otra apuesta en esta línea de reducir los residuos es utilizar la basura orgánica y los restos de
poda para elaborar el compost con el que se abonan tanto los jardines vaticanos como
los de Castelgandolfo.
El Vaticano, que produce unas mil toneladas de desechos al año, realiza una recolección
fundamentalmente de contenedores, “no es un puerta a puerta propiamente dicho, solo en
casos específicos como el aceite alimentario, o la humedad procedente de las cocinas”.
Un punto crítico para la recolección no diferenciada es la plaza de San Pedro, de
competencia vaticana, concurrida cada día por miles de turistas.
“Allí lo no diferenciado nos influye bastante sobre todo el resto, bajo las columnatas pusimos