Hay personas que sufren de antemano y se encuentran atrapadas en una infelicidad destructiva que es la dependencia de vivir un momento antes de la certeza. Nada puede ser tan malo como este hábito dañino de anticipar en el pensamiento las desgracias que ni siquiera pueden ocurrir. El sufrimiento producido por una mente que viaja en el tiempo trae ilusiones dolorosas al presente. La angustia abrumadora del alma es un fantasma mental de algo que inconscientemente haremos en el futuro. Es que estás fuera de este momento, lidiando con cosas más allá de tu control que ni siquiera sabes que sucederán. No necesita estas frustraciones de pensamiento. No necesitas sufrir de antemano. Estas escapadas de la realidad te proyectan en una ilusión mañana. La pérdida de enfoque en el presente, junto con la proyección de futuros inciertos, solo los hace sufrir. Deja de hablar mal sobre el momento en que vives y cámbialo. Resolverlo. Arreglalo. Tu vida de hoy es solo la respuesta de tu vida de ayer, nada más. No debemos permitir que el peso de un evento futuro improbable nos paralice bajo esta tonelada de incertidumbre. Esta angustia dentro de tu habitación, estas lágrimas en la ducha, no deberían ser parte de la vida. Cura a esta herida, todo pasará. Ten una actitud mental más fuerte que la poca fuerza de tu cuerpo. Protégete de ti mismo. Pensar demasiado se vuelve loco. Siga el paso a paso que mejora, esta es la certeza. Descarga los pesos, tira la basura, limpia la suciedad. Siempre encontramos en medio de este desastre una nueva semilla de deseo de vivir. ¿Te das cuenta de que el pasado no regresa y que el mañana aún no ha llegado? ¡Entonces vive! Vive el presente y nunca te ausentes. La vida mejora de esta manera, ya sabes. Es en el ahora, no en el después, que cosechamos felicidad. El futuro pertenece solo a Dios. ¡Viva el REGALO! ❤️
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