"En Otoño cuando la naturaleza cambia su color
y se tiñe de tonos rojizos y dorados,
y los días se vuelven cada vez un poco más cortos
y fríos, irrumpen en los bosques y los campos las hadas
de las flores de esta estación.
Las plantas grandes y frondosas, como el fresno,
la espinera blanca y el saúco, el... roble y el grácil endrino, y también
la zarzamora y la lantana, cuidan de sus respectivas
plantas junto a sus compañeras.
Época en que maduran los frutos y bayas
de muchas especies arbustivas
y lo adornan con sus típicos colores, así mismo las
aves emprenden la migración hacia el sur,
que a últimos de septiembre
será la señal más segura de que el final del verano llegó.
Entonces comienza también el tiempo de Carlin,
reina de las hadas del otoño.
Aparece golpeando los campos con un bastón
para endurecer el suelo, ante la proximidad
de los fríos y con su paleta irisada,
pinta las hojas de los árboles de color parduzco.
Allí por donde pasa, ejecuta una delicada danza
con la que levanta los vientos que arrancan las hojas secas
de los árboles hasta desnudarlos,
alfombrando los suelos con un hermoso
y mullido tapiz de hojarasca. Las hojas caídas de los árboles son
el símbolo de las criaturas faéricas que pueblan la estación otoñal.
En pleno equinoccio de septiembre las hadas del otoño
celebran el festival de la luna llena, en el que, bajo su
resplandeciente luz,
se reúnen sobre un campo de trigo para dar cuenta de un pródigo
banquete propio de esta estación del año.
Antes de empezar a comer, no obstante, el hada de la espinera blanca;
vierte con solemnidad una libación de vino de prímula en el suelo.
Esta especie de ritual asegura una abundante
cosecha para los campesinos,
que consideran a las hadas del otoño sus mejores aliadas."
a.d.