concretas para revertir la emergencia climática que se está viviendo.
En un momento en el que el liderazgo de los mandatarios en la lucha internacional contra el
cambio climático decae, las calles de medio planeta se llenan de protestas en
las que se pide afrontar esta crisis con medidas ambiciosas.
Como ya ocurrió en marzo, cuando los estudiantes convocaron la primera huelga mundial
por el clima, decenas de ciudades de todo el mundo han sido tomadas por centenares
de miles de manifestantes este viernes. Pero en esta ocasión la protesta ha trascendido
a los chicos y en muchos lugares ha sumado a los adultos a través de asociaciones, ONG, o
simplemente, ciudadanos preocupados que no pertenecen a grupo alguno.
Es la movilización por un tema medioambiental más grande que ha habido. "Somos
una especie en peligro de extinguirlo todo”, se leía en los carteles.
Nosotros tenemos la obligación de acompañar esta protesta ya que los jóvenes la
iniciaron. Cuantos más seamos, más rápido vamos a conseguir cambiar este mundo.
Pese a las pretensiones del secretario general de la ONU, António Guterres, los
compromisos son insuficientes, porque ente los 70 países que se han comprometido
a revisar al alza sus planes de recorte de emisiones no estaban tres de los cuatro
grandes contraminantes: China, EE UU e India. Y sin ellos no
es posible afrontar este reto, como se apunta desde la ciencia.
La ciencia es el otro actor clave en este momento de pérdida liderazgo en la
batalla climática. Las alertas se agolpan y esta misma semana el IPCC, el panel
de expertos que asesora a la ONU, ha difundido un informe específico sobre el
cambio climático y océanos que concluye que el deshielo está
acelerando la subida del nivel del mar, que es ya irreversible.
El problema es que los efectos del cambio climático se están acelerando y