El viejo árbol se mantiene fuerte y firme, arraigado en la tierra con sus enormes raíces, solitario en aquella impresionante montaña, observando al valle desde su majestuosa vista. Animales y vegetación se encuentran protegidos, saben que tienen al viejo árbol resguardándolos, ciclos de vida han pasado bajo su protección, vigilando desde las alturas a todo ser viviente. Aves alegres revoleteando entre sus gruesas ramas, animalitos jugando en el contorno de su ancho tronco, un tupido manto de hermosas flores cercándolo, animales protegidos del sol bajo su extraordinaria sombra. Nadie conoce la edad que posee este árbol, siempre ha estado ahí sorteando al tiempo, orgulloso y solemne de ser el padre de todos, observando el devenir de la existencia de sus hijos. Desprendiendo una pura y gran energía, absorbida por todo ser de su contorno, amparando el principio y final de cada ciclo, interviniendo en la existencia de cada especie. Obsequiando con sus maduros frutos de la vida, amparando a los débiles para que coman de sus brotes, concediendo su eterna savia a los recién nacidos, dotándolos de una subsistencia plácida y duradera. Giokondeza
Dolly
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