El Índice Global de Riesgo Climático, presentado durante la cumbre climática (COP25) que se celebra estos días en Madrid, hasta el 13 de diciembre, reveló que en 2018 países industrializados como Japón y Alemania están entre los más afectados por olas de calor y graves sequías.
También Filipinas, ya que sufrió el tifón más fuerte registrado en todo el mundo el pasado año. A esta lista le siguen Madagascar, India y Sri Lanka.
David Eckstein, del instituto de investigación Germanwatch que presentó el informe en la COP25 sostuvo que “es una sorpresa que los países desarrollados estén tan altos en el índice de este año”. “Es un indicador de que los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos se sienten en todo el mundo”, agregó.
El Índice de Riesgo Climático Global (IRC) indica el nivel de exposición y la vulnerabilidad a los fenómenos climáticos extremos “que los países deben entender como una advertencia para estar preparados para eventos climáticos más frecuentes o más severos en el futuro”.
Ricos y pobres
Las olas de calor fueron una de las principales causas de los daños en 2018. De los diez países más afectados en 2018, Japón, Alemania e India sufrieron un prolongado período de calor.
En este sentido, de los países europeos analizados, Alemania experimentó en 2018 el año más cálido desde que se tiene registro, debido a una fuerte ola de calor. El período entre abril y julio de 2018 fue el más caluroso de la historia del país germano, con temperaturas de cerca de 3° C por encima de la media.
El estudio también analizó los resultados a largo plazo de estos fenómenos extremos desde 1999 a 2018. En este caso, los países pobres son los que tuvieron que soportar impactos más altos. “Siete de los diez países más afectados en este período son países en desarrollo con bajos ingresos medios per cápita”, señalan los expertos.
Por caso, Puerto Rico, Myanmar y Haití fueron los más afectados, en el índice a largo plazo. Cerca de 500.000 personas murieron como resultado directo de más de 12.000 eventos climáticos extremos que causaron daños por valor de 3,5 billones de dólares en los últimos 20 años.
Haití, Filipinas y Pakistán son golpeados repetidamente por fenómenos meteorológicos extremos sin tiempo para recuperarse por completo. “Los países en desarrollo y las comunidades vulnerables dentro de estos están más afectados existencialmente por los impactos, ya que carecen de la capacidad para hacerles frente”, añaden.
“Eso subraya la importancia de mecanismos de apoyo financiero real para países pobres, no solo en la adaptación al cambio climático, sino también para hacer frente a las pérdidas y daños inducidos por el clima”, insisten desde Germanwatch.
“El índice de riesgo climático muestra que el cambio climático tiene efectos desastrosos, especialmente para los países pobres, pero también causa daños cada vez más graves en países industrializados como Japón o Alemania”, concluye Eckstein.
Cómo dar respuestas a los más vulnerables
En la COP25 fue tema de debate cómo abordar la financiación para ayudar a las personas y los países más pobres a hacer frente a los daños y las pérdidas relacionadas con la crisis climática.
El trabajo resalta que aunque las pérdidas financieras absolutas son significativamente mayores en los países ricos, es en los países de bajos ingresos donde las muertes, la miseria y las amenazas por el clima extremo son mucho más probables.
“La conferencia climática debe obtener resultados sobre la decisión de determinar regularmente las necesidades de apoyo de los países vulnerables para daños futuros. Además, la COP25 tiene que decidir los pasos necesarios para generar recursos financieros reales para satisfacer dichas necesidades. Asimismo, la implementación de la adaptación al cambio climático también debe fortalecerse”, enfatizan según lo publicado por la agencia SINC.
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