En muchos productos que nunca habríamos imaginado se puede eliminar el plástico o, como poco, reducirlo al
máximo. Estos son algunos de ellos:
1.- Botellas. Las botellas de plástico pueden ser sustituidas por otras de materiales alternativos como el aluminio
y el vidrio. En caso de no poder sustituirlo, la mejor estrategia para reducir su impacto es aplicar las ‘tres
R’: reducir, reciclar y reutilizar.
2.- Bolsas de la compra. Estas sí que tienen sus días contados. De hecho, ya hay cadenas de supermercados donde
no están disponibles y son sustituidas, por ejemplo, por la tela y el papel. Las bolsas derivadas de
celulosa, además, son reciclables y biodegradables.
3.- Cubiertos de un solo uso. El bambú se erige como alternativa sostenible al plástico para este tipo de utensilios. Es
resistente y se puede lavar sin problema.
4.- Film de empaquetado. Este producto genera una importante cantidad de residuos, pero ya existen alternativas
con materiales biodegradables que permiten un manejo más sostenible. Un ejemplo son los sistemas a base de
fibras de origen vegetal (celulosa) que sustituyen las tradicionales (y dañinas) anillas plásticas para el transporte
de latas de bebida.
5.- Pajitas. Su alternativa ecológica es el papel. Las pajitas de este material ya están disponibles en el mercado: se
trata de un papel grueso, especialmente tratado para estar en contacto con alimentos, lo que aporta seguridad al
mismo tiempo que los mantiene rígidos durante horas.
6.- Cepillos de dientes. Los utensilios de limpieza bucal son un ejemplo de productos que parecían destinados a
fabricarse siempre con plástico… hasta ahora. Las alternativas ecológicas pasan por cepillos biodegradables y
compostables, realizados a base de madera o de bambú, que ya están en el mercado.
7.- Platos y vasos desechables. Las vajillas desechables, por su propia comodidad, han amenizado infinidad de
cumpleaños, fiestas y reuniones, pero el plástico está obligado a desaparecer. A día de hoy, ya se pueden
adquirir platos y vasos desechables realizados a base de hojas de platanero, almidón de maíz o papel, todos
ellos reciclables y compostables.
8.- Hisopos. En sustitución del plástico, cualquier usuario puede recurrir a los bastoncillos de bambú, que son
naturales, ecológicos y biodegradables.
9.- Trapos. En estos casos, los plásticos son fácilmente sustituibles por trapos de algodón, que incluso se pueden
generar a partir de ropa ya sin uso. Una alternativa más absorbente son las bayetas compostables de celulosa, que
ofrecen un gran rendimiento y se pueden lavar muchas veces.
10.- Poliéster y telas sintéticas. El poliéster no es biodegradable, procede principalmente del petróleo (no
renovable) y en su lavado genera microplásticos que acaban en ríos y mares. La principal alternativa son las
fibras de origen natural, donde el algodón supone una gran parte de la producción mundial, aunque su crecimiento
se encuentra limitado por superficie. En esta situación, las fibras naturales procedentes de la celulosa suponen
una alternativa sostenible para las prendas del futuro.
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