A la hora de producirse, en el caso de los peces pipa, la hembra solo se acerca al macho para transferirle los huevos en un breve contacto de pocos segundos, luego ella se desentiende de su cría y del padre de sus hijos y se centra en alimentarse hasta que llegue el momento de producir otra puesta de huevos.
Con los caballitos de mar sucede algo parecido. La pareja realiza una especie de baile ceremonial en el que entrelazan las colas y tras una serie de movimientos, el macho expulsa un líquido seminal, pero la fecundación de los huevos se realiza solo cuando estos entran en la bolsa ventral del macho.
A pesar de conocer cómo funciona el proceso reproductivo, la forma en que se desarrolla el embrión en el útero es un proceso complicado, que aún hoy es desconcertante. De hecho, no se sabe exactamente porque el sistema inmunitario materno tolera y no rechaza como extrañas tanto la información genética paterna, que también está presente en el embrión, así como las células corporales emergentes de este “modelo” mixto.
Los científicos que han participado en la investigación han estudiado intensamente el embarazo masculino en 12 especies de peces pipa y caballitos de mar. En función de sus diferencias por especie, los machos llevan los huevos solo en su tronco, en otros los protegen con bolsas de piel o incluso sistemas similares a la placenta que suministran nutrientes y oxígeno a la descendencia.
”Al comparar los genomas de peces pipa y caballitos de mar, descubrimos que en la evolución del embarazo masculino, las vías del sistema inmunitario responsables del reconocimiento propio y no propio han cambiado considerablemente”, explica en un comunicado la doctora Olivia Roth, de GEOMAR, primera autora del estudio que ha sido publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
“Además, detectamos que los genes que mantienen funciones esenciales en el embarazo de mamíferos femeninos, también se activan en el embarazo masculino. Esto sugiere que el embarazo, ya sea masculino o femenino, depende de mecanismos moleculares similares y que genes similares se alteran en su función en la evolución de un embarazo “,añade.
En concreto, los autores han investigado la alteración de genes del denominado complejo mayor de histocompatibilidad (MHC). El MHC (con sus dos tipos MHCI y MHCII) se considera una de las innovaciones más importantes en la evolución de los vertebrados, que hace posible llamada inmunidad adaptativa.
Los resultados del estudio demuestran que la familia de los caballitos de mar y los peces pipa sufrieron una fuerte modificación de su sistema inmune en la que perdieron el segundo brazo de la inmunidad adaptativa, el MHC II.
Por otra parte, de manera parecida a los mamíferos, durante el embarazo masculino de los peces pipa y caballitos de mar, los genes de la otra vía (MHC I) también están regulados negativamente, lo que respalda aún más la tolerancia del embrión.