La pandemia ha dañado a muchas empresas de todo el mundo, especialmente las atracciones turísticas que dependen del movimiento de
personas. Sin embargo, muchos elefantes que fueron explotados en estas atracciones se beneficiaron de la situación, ya que pudieron
regresar a la libertad en Tailandia.
A pesar de las buenas noticias, había un problema con los elefantes que regresaban a la naturaleza: podían morir de hambre, ya que
vivieron durante años encerrados y tal vez no pudieron adaptarse a la nueva realidad. O peor, serían quemados hasta la muerte debido
a los incendios forestales en Tailandia.
Para no permitir que esto suceda, la Fundación Save Elephant unió fuerzas con las compañías de tours de elefantes para transportarlos
de manera segura a su hábitat. Según la información de ANDA (Agencia de Noticias de Derechos de los Animales), 100 elefantes ya han
sido llevados a la región de Mae Chaem en el norte de Tailandia.
La fundación publicó el registro de ese momento en Instagram, donde explican que el tiempo de viaje es de 5 días y que los elefantes
pasan la noche en la jungla acompañados por personas que se encargaron de transportarlos.