Estado mental: el hecho de que la exposición
al sol reduzca la tensión arterial
y el ritmo de la respiración que se traslada al sistema neurovegetativo
produciendo una sensación de bienestar y calmando los estados
de tensión y excitabilidad.
La radiación infrarroja, por otra parte tiene un efecto sedante
(amodorramiento que se produce después de tomar el sol).
Otro de los efectos del sol es el de aumentar la producción
de la serotonina, un neurotransmisor que interviene en la regulación
del sueño, la temperatura corporal y la conducta sexual.
Cuando sus niveles en el organismo son bajos induce un efecto depresivo,
de modo que en verano su incremento origina una mayor activación
de las emociones, el estado de ánimo e incluso la libido.
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