La diseñadora alemana Emily Burfeind ha desarrollado zapatillas deportivas ecológicas y biodegradables, con la parte superior tejida en 3D hecha de pelo canino y la suela fabricada con micelio de hongos.
A diferencia de las zapatillas tradicionales, que generalmente están hechas de entre 8 y 12 componentes diferentes y son “casi imposibles de desmontar y reciclar”, el nuevo modelo, llamado Sneature, consta solo de tres materiales renovables de base biológica, lo que permite reciclarlas o convertirlas en abono industrial al final de su vida útil, explicó la diseñadora en declaraciones a Dezeen.
Las zapatillas no tienen cordones y son básicamente un calcetín sin costuras, que se basa en la tecnología de tejido 3D y está hecho con pelo de perros. Con este pelo se hace un hilo de alta calidad que retiene el calor un 42 % mejor que la lana de oveja y que históricamente fue utilizado por las sociedades indígenas en la costa oeste de EE.UU.
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