Hoy visité mi corazón, con todo cuidado caminé por sus venas, llegué a todos los espacios, con la nueva luz que hoy me guía, barrí consciente la basura, arranqué de lo profundo el resentimiento y el dolor, la ira, el enfado y la frustración, revisé las semillas que llevaba en mis manos de amor, fe, esperanza, perdón, desapego, alegría, abundancia y salud, las planté y les prometí cuidarlas, regarlas, hablarles y respetarlas para que florezcan dentro de mí; hicimos un trato yo estaré al pendiente y dispuesta y ellas me harán más fuerte y feliz.
¡Me amo, me respeto, me perdono y me libero !