Cautivantes colores,
nos brinda el otoño
¿de donde provienen,
esos amarillos, naranjas y rojos?.
Embriagadores cual el rojo vino,
sus ocres y lilas, ocultos esperan,
durante el verano.
Se hacen visibles,
a nuestros asombrados ojos,
en su infinita gama de tonalidades,
verdes apagados,
difuminados grises,
ofrece al paseante,
en la espesa niebla
un lienzo soberbio,
único, de la naturaleza.
Caminar a través de hojas
manchadas de colores otoñales,
ver el rocío de la mañana,
colgar sobre una tela de araña.
regalo exquisito para los sentidos.
Las hojas muertas,
cubriendo la grama.
El otoño trae su magia
a dos hemisferios.
Estación favorita de quien,
como yo es muy otoñal.
Todo se vuelve amarillo, marrón y rojo.
Se tiñen los paisajes y el de los artistas,
ante la variedad cromática que inspira.
Los cuadros que retratan el otoño
parecen tener algo en común,
como si la estación hubiese almacenado
en la naturaleza todo el calor del verano.
BELLEZA ENLA CREACIÓN
Dios no solo hizo que las cosas funcionen,
si no que también las hizo verse bien.
Mirar las hojas cambiar de color en otoño,
es un solo ejemplo de las maravillas
que hizo Dios aquí en la tierra.
Hoy vivo mi otoño, la clorofila que daba
el tinte a mi juventud se ha ido,
dejando a la vista el color mustio y seco de la piel.
Pero, como nada se termina, todo se transforma,
volveré a ser árbol, volveré a ser rama,
volveré a ser hoja, volveré a ser flor, ¡¡VOLVERE……!!!!
Nicolás Ferreira Lamaita.