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Lejos de ti, si escucho, por ventura Tu nombre, que una voz indiferente Entre otros nombres de mujer murmura, Sube el llanto a mis ojos de repente.
Cual llora quien, callado, la tortura Devora del destierro, y tristemente De la patria la lengua, suave y pura, Escucha hablada por extraña gente.
Es para mí tu nombre, que bendigo, El de una patria ausente, siempre amada, Cuyo eterno recuerdo va conmigo.
y oírlo es ver la eterna primavera y el cielo de la tierra idolatrada Do, entre flores y luz, tu amor me espera.
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