Entendí que no tengo que terminar mis quehaceres en un solo día.
Que la vida va pasando y absolutamente nada la detiene.
Que todo se puede acabar en un abrir y cerrar de ojos.
Entendí que lo material nunca ha sido importante.
Lo más importante es el tiempo que nos queda por delante.
Que si no estoy en el trabajo...me sustituyen.
Pero mi salud emocional es irremplazable.
Entendí que no tengo por qué
apurarme al dar una caminata y ver el paisaje.
Que no me gustan los apuros en mi vida.
Entendí que la comida puede llenar el vacío del estómago...
pero no el del alma.
Que tengo derecho a disfrutar cada segundo lo que tengo.
Que el dinero puede comprar viajes, pero no tiempo.
Que cuando necesito espacio...lo tomo.
Que cuando quiero gritar...grito.
Que cuando quiero quedarme en la cama...lo hago.
Que cuando quiero bailar...bailo.
Y cuando quiero llorar...lloro.
Aprendí a escucharme detenidamente...
y a darle prioridad a mis necesidades.
Desde que lo hago...ya mi café no sabe a prisa...."
Glory Miranda _