Cómo desenmascararnos
No nacemos con máscaras emocionales, nos las ponemos. Por lo que podemos
quitárnoslas. Pero ¿Cómo lograrlo? Puedes empezar con este ejercicio sencillo:
- Piensa en un mensaje negativo al que te aferraste.
- Pregúntate si es cierto. Lo más probable es que la respuesta sea no.
- Y si no es así, entonces tienes que hacerte estas preguntas: ¿Por qué tengo ese
- pensamiento? Si lo dejo, ¿Qué pasaría? Probablemente nada.
Ten presente que el principal riesgo al que nos enfrentamos es la reacción del mundo.
Abrirte y mostrarte cómo eres hace que los demás se sientan amenazados/as,
pero esta iniciativa los invitará a reevaluar sus propias vidas.
De hecho, muchas veces, los obligará a darse cuenta de que ellos/as
también tienen el poder de cambiar, pero no lo han hecho.
No dejes que eso te detenga. No te quites la máscara parcialmente para que luego
el mundo te asuste para que te la vuelvas a poner. Recuerda esto:
La batalla más grande que enfrentamos como seres humanos es la batalla
para proteger nuestro verdadero yo, no esa versión de ti que el mundo
quiere que seas.
Isabel Domingo