'Sería bueno entender del todo que ser niño es explorar, tocar, saltar, vivir sin remolques; que para aprender a valorar las cosas, primero hay que aprender a romperlas, y a llorar después de haberlas roto; que para caminar recto es preciso comprender en primer lugar qué significa andar torcido; y que casi todas las heridas -por mucho que nos cueste pensarlo ya de adultos- tienen arreglo...'