Durante el carnaval se suspende el rigor de las normas que regulan el comportamiento y la vida social. El carnaval es un período de licencias y transgresiones ; es el gran igualador. Los conflictos sociales se expresan sin confrontación, dejando salir lo oculto, abriendo la puerta a todos los fantasmas. Sólo hay ansia de otra cosa sin saber qué es esa otra cosa. El carnaval saca a la luz cosas ocultas para que permanezcan ocultas. «Cambiar todo para que todo siga lo mismo».