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¡Ay, el amor!
Si el amor no llega, espéralo.
Si se pierde, búscalo.
si no existe, invéntalo.
Si está triste, alégralo.
Si está quieto, muévelo.
Si es tímido, provócalo.
Si es tierno, protégelo.
Si está solo, acompáñalo.
Si está seco, riégalo.
Si se marcha, síguelo.
Si está dormido, despértalo.
Si muerto, resucítalo a besos.
Pero si te abandona o es cruel
OLVÍDALO Y DÉJALO.
Luciano Padrón
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