[José]: bendito eres amado Padre nos entregamos a ti
del todo.
Sin dudas, sin miedos, sin preguntas.... somos tuyos.
Había una vez un lugar donde todos los frutos se
reunían para ser enviados a saciar el universo entero.
Todos lucían sus mejores galas y estaban llenos de sabrosas
ambrosías.... multicolores y llenos de encantos. Se hacen querer con la vista…
Todos eran ayudados y ordenados por unos seres que
estaba encargados de protegerlos. Los cuidaban y los iban poniendo en
disposición de ser enviados...
Algunas veces esos frutos no escondían sus miedos,
hacia un viaje desconocido y estos seres que les ayudaban a ordenarse y los
cuidaban... a veces les consolaban...les mimaban.
Les decía cosas como.... amados frutos, no temáis, aún
sois niños y por eso os cuidamos. Aquí estamos para ayudaros a ser LUZ. Aquí
estamos para ayudaros a levantar.... cada vez que lleguéis aquí nosotros os
sostendremos, porque somos seres que estamos preparados para ejercer ese acto
de amor y así es como nos gusta ser.
Una vez uno de esos frutos, lleno de vanidad, se
sintió un poco molesto de que le dijeran cómo tenía que ponerse y cómo tenía
que lucir y comportarse.
Entonces se dirigió hacia unos de esos seres que les
ayudaban y le dijo.... No sé por qué nos das tantos consejos para que brillemos
de este modo o de otro... si realmente supieras brillar tú, no estarías en el
puesto que estás cargando todo y trabajando tanto. Además, si tuvieras tanta
luz viajarías con nosotros y no te quedarías aquí…
Y este Ser le respondió con mucha ternura.... Amado
fruto... no es del todo cierto que yo no pueda viajar con vosotros, de hecho,
viajo con vosotros, en las esferas de atrás...y cuando llegamos a cada
estadía.... yo soy feliz viéndoos brillar.
Me complace estar sintiendo a cada uno de vosotros...
discúlpame si a veces os exijo demasiado... ahora debo retirarme…
Otro de los frutos que estaba presenciando la escena
le dijo al anterior.... ¿por qué le has hablado así a ese Ser?
Pues porque si se ocupa de las cosas más bajas de aquí...no
tiene por qué decirnos lo que tenemos que hacer…
Este nuevo fruto le dijo.... pero ¿tú sabes acaso
quien es ese Ser?
No, no lo se...solo sé lo que veo…
Ese Ser pertenece a los llamados Azules y su trabajo
es hacer que brillemos nosotros...
Ellos tienen tanta luz, que son capaces de oscurecerse
para no opacarnos. Y ese concretamente vive en la tierra ayudando primero a
subir a los demás....
Ah sí ¿Cómo se llama?
Su nombre aquí es Sharía.... en la tierra la conocen
como Marian.... ella ha elegido brillar menos que otros hasta que todos se
eleven....
Te amo maravilloso ser celeste.... estoy siempre
contigo.
Alejandro