hermosos colores brillantes resplandecen en mi
memoria siento deseos de ellas, las notas danzantes de los acordes me elevan
pausadamente sobre la luna
las olas están inquietas acariciando las arenas
mientras queda atrás la estela del pesar por el marino muerto durante la pesca
muchas manos alzadas de los hombres parecen jugar a
ser dios
sus sucios zapatos siguieron la huella de los
camellos
la sutil melodía acariciaba el corazón de la chica
que esperaba ansiosa la llegada de su bebe