Pamela Leigh Richards era la esposa feliz de David Icke hasta hace bien poco. Según declaraciones de esta, al Daily Mail, el popular investigador empezó a sospechar que ella era de sangre reptiliana y “estaba empezando a mutar su rostro”, razón por la cual, decidió alejarse de ella hasta cortar la relación y pedir el divorcio tras 12 años de relación. La noticia se propagó, como era de esperar, como la pólvora, tanto en prensa británica como por Internet. Los titulares sensacionalistas volvieron a sacudir la credibilidad de Icke, haciéndole pasar otra vez, por un alucinado de mediana edad cada vez más loco.
Según Pamela, Icke empezó a gestar esa idea por el hecho de que ella era hija de un piloto de guerra y que además creció en varias bases militares estadounidenses, justamente donde el conspiracionista considera uno de los epicentros de control reptiliano del mundo.
Sólo hay que navegar un ratito por la red para darse cuenta de la magnitud de la noticia, y del afán evidente por ridiculizar al escritor y conferenciante con titulares que rozan el delirio. Lo interesante aquí, no es la noticia en sí… sino la forma sensacionalista con que la difunden.
¿Y que ha respondido David Icke a toda esta polémica? Pues niega totalmente las acusaciones de Pamela y argumenta que su decisión de divorcio es debido a que ésta solo estaba interesada en su dinero y posesiones materiales. Yo diría que una razón de peso más que suficiente.
Otras fuentes aseguran que Icke vivía desde hacía años con varias mujeres y que incluso en una ocasión, Icke realizó un “menage atrois” con Pamela y su otra ex-esposa, Linda. Pero yo me pregunto; ¿A quien le importan los devaneos sexuales de Icke? Supongo que a la prensa rosa y a las mentes ávidas de morbo fácil. A nosotros más debiera interesarnos otras cuestiones más importantes, como es la implicación de esta élite de poder que nos gobierna, lo cual denuncia con valentía este hombre con uña y carne desde 1990.
Icke también ha declarado que Pamela pide “cantidades económicas colosales” por el divorcio, y que está muy satisfecho por el apoyo de su ex-esposa Linda, (con quien mantiene una gran amistad desde que se sespararon) y sus hijos.