"Cuando no tenía el privilegio de la educación y de lo que se llama las ciencias....... en esa época no sabía que yo mismo era la razón por la que bajé a este plano, pero a través de ese aprendizaje yo pude comprender un elemento que era mas vigoroso que el hombre, un elemento mas inteligentte que el hombre, un elemento que podía vivir en coexistencia pacífica al lado y a pesar del hombre. Determiné que ese elemento debía ser el Dios Desconocido.
Y fueron estos elementos de la naturaleza los que me enseñaron. Y tuve la fortuna de haber sido instruido por los elementos y de haber razonado con ellos. No tenía a nadie que me dijera que estaba equivocado. Y los elementos nunca me enseñaron el fracaso, porque ellos son consistentes. De esa forma aprendí.
Aprendí de algo que es consistente, que nunca falla, de algo que se puede entender fácilmente si el hombre le pone interés. Y por eso no estaba bajo el poder de la hipocresía o del dogma, de las creencias supersticiosas, de los dioses de tantas caras que estáis tratando de complacer, o del estigma de que quizás éramos mas bajos en perfección y que nunca podríamos lograrla. Yo nunca estuve bajo el poder de ese tipo de enseñanza.. por eso fue mas fácil para mí lograr en una existencia lo que a muchos les ha tomado miles de años, porque ellos han buscado a dios en el entendimiento de otro hombre. Han buscado a Dios en las reglas de los gobiernos, en las reglas de las iglesias, en la historia, sobre la cual ni siquiera cuestionan quién la escribió o por qué la escribió. Ellos han basado su creencia, su entendimiento, su vida, sus procesos de pensamiento en algo que vida tras vida ha mostrado ser un fracaso. Y, no obstante, el hombre tropieza contra su ego alterado, temeroso de admitir que quizá se ha equivocado, y continúa su hipocresía que solo conduce a la muerte.
Yo fuí una entidiad muy afortunada. El sol nunca me maldijo y la luna nunca me dijo que debería ser de tal manera. El viento me provocaba y me enardecía, y me incitaba el rocío y la escarcha y el olor de la hierba, y los insectos que iban de acá para allá, y el grito de un pájaro nocturno. Como ves, ellos son cosas constantes. Su ciencia es muy sencilla y lo maravilloso que yo aprendí de ellos, es que en medio de su inmutabilidad, no dicen ni una palabra. El sol no miró y me dijo: " Ramtha, es hora de despertar y contemplar mi belleza". Estaba ahí cuando yo lo veía.
Ese es el principio. Nunca te fallará, te enseñará una verdad mas clara y mas diáfana que cualquier cosa escrita por el hombre "
Tomado de " Guia del Iniciado "