Ya sé que se ha hablado de las ondas Schumann bastante, pero por si hay alguno que anda despistado le pongo aquí una explicación entendible. En el segundo texto sobre todo, ya que explica lo que está pasando...
En la década de los 50, el Profesor Dr. O.W. Schumann de la Universidad Tecnológica de Munich, Alemania, descubrió el efecto de resonancia del sistema tierra-aire-ionosfera, llamado hoy generalmente ONDAS SCHUMANN o RESONANCIA SCHUMMAN, en honor a su descubridor.
En Física se les denomina "Ondas transversal-magnéticas".
Estas ondas Schumann vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y de todos los mamíferos en general, es decir, 7.8 Hertz (ciclos por segundo). Aunque la Física oficial casi lo ha ignorado, las grandes potencias mundiales pueden estar experimentando con estas ondas, muy reservadamente, en grandes proyectos supersecretos.
Esta podría ser la arena militar mas sofisticadas del futuro, ya que por medio de la modulación de estas ondas se podría interferir drásticamente en la mente del enemigo, causándole los estragos mas inimaginables, que eventualmente podrían causar consecuencias imprevisibles.
El Profesor Schumann trabajaba, en ese entonces, con sus estudiantes universitarios, en cálculos de potenciales en sistemas esfero-simétricos. Un día, les planteó el deber de calcular el potencial de dos cáscaras semiesféricas que tienen una determinada distancia entre si y que son ambas eléctricamente conductoras.
Entonces, como si fuera una ocurrencia del momento, dijo:
"Tenemos también la tierra y la ionosfera. Tomen como ejemplo el diámetro de la tierra y el diámetro de la capa inferior de la ionosfera, la capaHeaviside y calculen que frecuencia propia resulta ahí".
Él, naturalmente, tenia que calcularlo también, para ver si lo que sacaban los estudiantes era correcto y entonces obtuvo como resultado aproximadamente 10 ciclos por segundo.
Publicó este resultado en una revista de Física Técnica y casualmente un medico que se interesaba por la Física y era suscriptor de la revista, el Dr. Ankermuller lo leyó y le llamó poderosamente la atención este resultado, ya que 10 Hertz es el ritmo Alfa del cerebro humano, es decir una frecuencia muy característica.
Se puso enseguida en comunicación telefónica con el Dr. Schumann y le dijo:
"Es interesantísimo lo que Ud. midió, de que la tierra tiene la misma resonancia propia como el cerebro humano. Habría que controlar si esto es realmente así".
"Bueno, le contestó el Dr. Schumann, si esto es interesante para la medicina, voy a poner a un estudiante que justamente tiene que hacer su tesis de doctorado, para que lo verifique con mayor precisión, pues los 10 Hertz calculados eran un valor muy aproximado".
El doctorando se Ilamaba Herbert König, quien fuera mas tarde yerno del celebre Dr. Ernesto Hartmann y posteriormente fue sucesor del Profesor Schumann en la Universidad de Munich.
El Dr. König, a través de muchas mediciones, pudo determinar luego que el valor exacto no era 10, sino 7.8 Hertz y esto hizo que el asunto sea todavía mas interesante, pues 7.8 Hertz es la frecuencia del hipotálamo y es la única frecuencia que en todos los mamíferos, incluyendo el hombre, es tan exactamente común.
Mientras el ritmo Alfa varia de una persona a otra y el mismo es de aproximadamente 9, 10, 11 Hertz, la frecuencia de 7.8 Hertz es como ya se dijo arriba, exactamente común a todos, es una constante normal biológica, que funciona como un marcapaso para nuestro organismo y sin esa frecuencia, la vida humana no es posible.
Esto se comprobó mas dramáticamente con los primeros astronautas, tanto los rusos como los americanos, pues estos volvían de su misión espacial con muy serios problemas de salud. Al estar volando fuera de la ionosfera les faltaba la pulsación de esa frecuencia vital de 7.8 Hertz. Mas tarde, este problema fue subsanado por generadores de ondas Schumann artificiales.
Los científicos de la NASA hicieron en ese tiempo muchos estudios interesantes al respecto. Uno de ellos, el Profesor Wever hizo construir un bunker subterráneo totalmente aislado magnéticamente. Durante varias semanas hizo experimentos con estudiantes voluntarios que quedaban encerrados allí.
A los pocos días se producían en los mismos serios problemas de salud:
dolor de cabeza,
migrañas,
desvaríos, etc.
Y sobre todo los ritmos cardiacos se desarticulaban totalmente.
Pero si luego se hacían ingresar a ese bunker pulsaciones de 7,8 Hertz, por un breve tiempo, entonces las condiciones de salud de los voluntarios se volvía a estabilizar nuevamente durante varios días.
Hay muchas personas que sufren gravemente las consecuencias, cuando por causas meteorológicas, especialmente por las tormentas electromagnéticas, esas frecuencias de ondas Schumann se ven interferidas. Muchos problemas cardiacos son debidos a este hecho.
Las modernas terapias biomagneticas, con ayuda de aparatos generadores de ondas Schumann y de ondas geomagnéticas aportan hoy en día una valiosa ayuda para superar estos problemas.
Los años que
dediqué a la investigación del fenómeno extraterrestre, me hicieron situar la
evolución humana en la comparativa con estas civilizaciones que nos
visitan. Con todas estas premisas, como punto de partida, tengo que hacer
una inquietante reflexión, referida al tiempo que nos toca ahora vivir y al
comportamiento humano.
Antes tengo que hablar de determinadas frecuencias y
magnitudes que en un principio pasan desapercibidas a la observación de
nuestros sentidos. En Física se les denomina "Ondas
transversal-magnéticas". Estas ondas Schumann vibran en la misma
frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y de todos los
mamíferos en general, es decir, 7.8 Hertz (ciclos por segundo). 7.8 Hertz es la
frecuencia del hipotálamo y es la única frecuencia que existe en todos los
mamíferos, incluyendo el hombre. Mientras el ritmo Alfa varia de una persona a
otra y éste es de aproximadamente 9, 10, 11 Hertz, la frecuencia de 7.8 Hertz
es como he dicho anteriormente, exactamente común a todos, es una constante
normal biológica, que funciona como un marcapasos para nuestro organismo y sin
esa frecuencia, la vida humana no seria posible tal y como la conocemos ahora.
Las ondas Alfa cerebrales, que como hemos dicho se
aproximan a los 8 ciclos, producen un tranquilo ritmo del sistema
nervioso y un buen grado de paz cerebral. Por lo tanto se podría
deducir, que si nos acoplamos al ritmo terrestre; es decir, si vivimos y
participamos de la Conciencia Planetaria deberíamos estar tranquilos, sosegados
y con un ritmo vital en consonancia con nuestro entorno. Pero viviendo
en las ciudades con el estrés propio de las pautas con las que nos vemos
obligados a vivir, producimos ondas entre 10 y 12 ciclos, que son ondas Beta.
Es decir, con más hiperactividad, nerviosismo y tensión psicológica, que
inclina a la imprecisión, a la ira y a la tensión generalizada de todas
nuestras pautas vitales. Tendríamos por tanto que afirmar, que la Tierra y su
inteligencia: “Gaia” vive en un ritmo diferente al nuestro, por lo que aun
viviendo en nuestro planeta, ni sentimos la Tierra ni nos sintonizamos
con sus frecuencias psicológicas. Somos extranjeros en nuestro propio planeta.
Las recientes mediciones de las ondas Schumann
arrojan una medida preocupante, cerca de los 12 ciclos. Es decir, que la
Tierra estaría ahora acelerando sus frecuencias electromagnéticas. Este hecho
nos hace reflexionar sobre la idea que ahora mismo TODA LA RAZA ESTARIA
PRODUCIENDO ONDAS BETA O LO QUE ES LO MISMO, ESTAMOS TODOS ACELERADOS. De ahí
que ahora mismo practicar la meditación, la respiración consciente y la alimentación
vegetariana nos ayudaría a bajar la frecuencia Beta a Alfa.
Recuerdo con cariño a un viejo contactado llamado Eugenio
Siragusa, que hace treinta años hablaba extrañamente de una supuesta
enfermedad: “Harvar” que según los extraterrestres, en estos tiempos se
produciría en el hombre: “Furia animalesca; animo de matar y frecuencias muy
bajas que predispondrían a la violencia, la tensión y a las bajas pasiones”
Por otro lado la alineación con el Hiper-centro Galáctico,
que los Mayas citaban en sus famosas profecías para el 2012, estarían
propiciando un flujo de frecuencias electromagnéticas anómalas, que cada 12.500
años, habrían producido cambios tremendos en la vida terrestre, así como en los
ritmos electromagnéticos, como el cambio del eje magnético terrestre y
cambios en el clima y biología terrestre.
Como se cita en el Apocalipsis, “Las Trompetas”
están sonando, anunciando cambios tremendos en la Humanidad. ¿Qué son las
Trompetas?..... Por el momento, el fenómeno ha sido bautizado como "The
HUM" humming noise (El Zumbido). Son diferentes rangos de frecuencias ELF
o ULF, en los umbrales del oído humano. Algunas vibraciones son extremadamente
graves, por debajo del rango de los 25Hz, otras en cambio son extremadamente
agudas, próximas o por encima del rango de los 20.000Hz.
Curiosamente, los testigos aseguran que no sólo pueden
oírlas, sino que frecuentemente vienen acompañadas de movimientos, como si la corteza
de la tierra se moviera suavemente al ritmo del zumbido. Resulta curioso que
muchos sordos, también lo perciben, algo característico de las ULF-ELF cuando
van acompañadas de un patrón armónico.
Lo cierto es que hasta el momento nadie ha podido dar una
explicación convincente del fenómeno. Los investigadores de la Agencia
científica internacional Wosco aseguran que el 'HUM' podría estar provocado por
el brusco aumento de la actividad solar y la intensificación de los procesos
energéticos en el núcleo de la Tierra, registrados últimamente.
Por otro lado ya no se discute el “Cambio Climático” ni el
agotamiento de recursos, ni la subida gradual de la temperatura, ni la
superpoblación, ni el deshielo polar, etc., etc.,… Desde el punto de
vista sociológico estamos asistiendo peligrosamente a un hecho
inquietante y es que los poderes y mercados económicos se imponen en las
políticas, por encima de los valores ideológicos, filosóficos y morales.
Un Banco no tiene Ética ni moral.
¿ESTAMOS TODOS LOCOS? ¿HACIA DONDE VAMOS?...... Será
mejor que cada uno se responda. Pero desde mi óptica personal y por la
observación metódica de las cartas natales de las personas que se acercan a mi
consulta observo un fenómeno ALTAMENTE INQUIETANTE que me empieza a preocupar.
Pero antes tengo que hablaros de un pequeño detalle técnico dentro de la
práctica astrológica, que sin duda podréis entender:
Me
refiero al estudio de los Nodos Planetarios. En Astrología el Nodo Sur
representa el Karma o las ataduras inconscientes que el nativo no puede evitar.
Es decir, el gravamen o carga con la que nace y que no desaparece a lo largo de
la vida. Lo que hizo mal en la vida anterior y que ahora se presenta como una
carga limitadora, que tiene que superar en esta vida.
En estos dos últimos años, y más en los meses que llevamos
de este año. Observo inquieto que las personas tendemos a repetir y por tanto a
vernos prisioneros del Nodo Sur. Es decir, que las condiciones vibracionales
del planeta están propiciando que vivamos más atados a nuestro Nodo Sur o a más
prisioneros del Karma. Observo que ahora más que nunca estamos expresando
nuestras ataduras, nuestras limitaciones y la parte más negativa de nuestro
destino. Es decir, que las partes más tensas de la carta son las que dominan
nuestras vidas. Es como si una extraña energía no nos dejara escaparnos de
nuestra naturaleza inferior, negativa y atávica. En otras palabras, estoy
observando que ahora más que nunca el ser humano está expresando insolidaridad,
maldad, indiferencia y ausencia de valores personales.
Pero lo que es más grave, y utilizando más la Psicología,
estamos frustrando más que nunca nuestro comportamiento. Y cuando digo
esto, me refiero al autoengaño, que sobre todo se da en las personas que
supervaloran su ego por encima del comportamiento colectivo. Se trata de
personas que sin conectar con sus limitaciones personales, se marginan ahora
más que nunca, diciendo que viven espiritualmente y por tanto no participan del
sentir ni de las limitaciones colectivas.
Observo a personas que autodenominándose “espirituales” se
vuelven marginales, aislados, y autodefensivos. Sin analizar que sus
vidas suelen ser patéticas, fracasadas y sin esperanza. Se trata de seres que
creen estar por encima de los demás, y no les aguanta su familia, ni sus
vecinos y ni ellos mismos se aguantan, fabricando paraísos personales y estados
de conciencia engañosos, que riegan con insolidaridad, vicios, y hábitos
insanos.
Mi observación personal desde el punto de vista de la
personalidad y del comportamiento humano utilizando la Astro-psicología, debo
concluir con el hecho de que algo esta acelerando el comportamiento humano
exaltando la parte más negativa de la raza. Y ante este hecho, unos; los más
conscientes reaccionan con tristeza y depresión y otros frustran su
comportamiento creyendo que su vida es espiritual y que no forman parte de la
manada de locos que pululamos por este mundo.
Ahora sería bueno aplicar la moraleja del cuento que narra
como cuando el Ogro ataca, el pueblo atemorizado sale corriendo cada uno por un
lado haciendo válida la famosa frase. “Sálvese quien pueda…” El ogro sin duda
sería la tremenda energía con la que se ve invadido el planeta y propicia que
cada uno de nosotros saquemos nuestro lado mezquino, guardando en
plan huraño nuestro mendrugo de pan, la roída moneda que guardamos bajo la
tinaja o el ataque preventivo que damos a nuestro vecino, pues suponemos que él
va a hacernos daño. Todos a la defensiva, dando codazos y empujones sin reparar
en nuestros actos y en el daño que hacemos a los demás. Otros tantos observan y
reflexionan interiormente diciendo “Esto no hay quien lo pare..” Y se
predisponen a vivir la vida sin reparar en nadie y en nada. Otros dicen. ¡El
que venga detrás que espabile…! Sin que le importe que el que venga detrás sea
su propio hijo o nieto.
¿Qué podemos hacer?..... Pues no creo que yo esté
preparado para dar consejos. Entre otras cosas por que también yo he comprobado
que mi Karma pesa ahora más que nunca y que aún estando atento no puedo
liberarme de determinados comportamientos y por otra parte tampoco se como
salir de este estado colectivo que parece dirigido por una extraña
energía.
Intuyo que ahora más que nunca deberíamos practicar la
meditación, la respiración, alimentación y hábitos sanos. Pienso que deberíamos
volver a la tierra, en la medida y modos que cada uno pueda. Tendríamos que
practicar más la solidaridad colectiva y alejarnos más del sistema en el que
vivimos, que sin duda esta equivocado.
Estas notas tratan en todo caso de aportar desde el punto
de vista sociológico y desde la perspectiva astrológica lo que he comprobado y
que puede ayudar al análisis del comportamiento humano en este tiempo insólito
que nos toca vivir.