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General: los chakras mantras
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: incorregiblejose  (Mensaje original) Enviado: 10/12/2012 20:36
                                        


Chakra

 quiere decir rueda en sánscrito. En la ciencia yóguica, se definen como centros giratorios de energía que reciben, regulan y distribuyen el prana, o la energía vital que fluye por nuestros cuerpos sutiles a través de nuestros canales energéticos (nadis, o lo que en la medicina china se conoce como meridianos, en cuyo caso el prana se conoce como chi). Los 

chakras principales

 son siete, y están ubicados justo delante de la columna vertebral de manera ascendente. Esta energía es la misma que nos da vitalidad, y que se transforma en diferentes tipos de vibraciones que están conectadas con diferentes formas de la energía universal: la supervivencia, la sensualidad, el poder personal, el amor, la expresividad, la intuición y la espiritualidad.
Los chakras son una especie de mapa de nuestro ser corporal y metafísico, de nuestro mundo interior y de nuestra relación con el mundo. Una manifestación saludable de cada una de estas energías (que tienen un 

color específico

, que corresponden a los brillos que se perciben cuando se habla del aura, y que se representan como flores de loto de diferente número de pétalos) se refleja en salud, bienestar, relaciones satisfactorias, voluntad y decisión, creatividad, capacidad de disfrute y conexión con el universo, entre otros aspectos. En general, significa tener un equilibrio entre las diferentes dimensiones de la vida que de una forma u otra están operando de forma positiva o negativa y que forman parte de nosotros en nuestros aspectos físicos, mentales, emocionales y trascendentes.
Desarrollar una sensibilidad hacia fuerzas vitales nos ayuda a comprender disfunciones motivados por excesos o insuficiencias, que se manifiestas en nuestras vidas como situaciones conflictivas, carencias por la dificultades para conectarse con esa energía en el mundo, infelicidad, temor, rabia o enfermedad. Lo más bello de comprender e identificar cada chakra y su resonancia en nuestro cuerpo y en nuestra experiencia vital es que, al potenciar o moderar dicho chakra determinado, podemos transformar nuestras vidas y curiosamente, las circunstancias externas se modificarán a continuación.
Por tanto, el conocimiento sobre los chakras es una poderosa herramienta de autoobservación y equilibrio: los dos objetivos fundamentales del yoga. Al igual que la premisa sobre la que se basa el yoga y sus diferentes prácticas, cuando trabajamos sobre los chakras y los 

equilibramos 

no estamos buscando “llegar” a un estado superior o diferente. Significa regresar a ese equilibrio que es natural en nosotros y que se altera con condicionamientos sociales, familiares o culturales, creencias, patrones mentales recurrentes, circunstancias extremas o formas de vida que nos hacen estar alejados de nuestro verdadero espíritu.

Nuestra vida es un reflejo de nuestros chakras

Algunos chakras tienen características femeninas de quietud, aceptación, receptividad y sabiduría, mientras que otros representan aspectos masculinos de actividad, poder, solidez y afirmación. Algunos se relacionan con nuestra naturaleza más básica y otros con fuerzas más elevadas: todos son pulsiones que forman parte de nosotros, y son necesarios en una proporción adecuada para la salud del cuerpo y del alma. Esta danza entre la expansión y la fuerza que realizamos a través de prácticas tradicionales como el 

hatha yoga

 (que equilibra la luna y el sol), es una forma de traer balance a las diferentes vibraciones que nos constantemente entregamos y recibimos del universo a través del prana: la energía primordial.
Comprender cómo cada uno de estos chakras representa un aspecto de la energía universal que está presente en cada uno de nosotros y cómo manejamos estos aspectos con respecto a nosotros mismos el mundo, nos puede ayudar a estar más conectados con nuestro mundo interior, de donde creamos nuestra vida. Somos formados para creer que la vida son sencillamente cosas que nos suceden. Pero la anatomía del yoga, coincidiendo con otras creencias metafísicas, nos indica que el mundo, los sucesos y como experimentamos la vida, es algo que creamos, atraemos y ante lo cual nos sensibilizamos; tengamos conciencia de ello o no.
El gran secreto es que tenemos la capacidad de crear salud, alegría, prosperidad, goce, relaciones satisfactorias y de estar sintonizados con una conciencia superior. Es nuestro derecho de nacimiento. El tener conciencia de nosotros mismos y de las diferentes formas energéticas de nuestro mundo interno nos da el gran regalo de actuar en lugar de reaccionar a las fuerzas exteriores, energías y pulsiones, que es como la mayoría de nosotros vive. O tampoco estar gobernados exclusivamente por unas de ellas, lo cual muchas veces genera una reacción opuesta igualmente desequilibrada, ni suprimiendo otras.
Esto quiere decir, observar cómo está funcionando la relación con nosotros mismos, lo que la vida nos está dando y cómo interactuamos con los demás y con base en esto, 

activar 

cada uno se nuestros chakras y ponerlos a funcionar adecuadamente. Es tomar responsabilidad y hacer buen uso de esta libertad sobre nuestros impulsos vitales y de las posibilidades maravillosas que esto nos da ante nuestra vida.

 

 

 

Los tres chakras de la materia: Muladhara, Svadhistana, Manipura

  • Primer chakra (Muladhara): Asociado con el color rojo y con el elemento tierra, este centro energético es chakra de nuestro sustento y nuestra supervivencia. Está ubicado en la base de la columna vertebral y se puede decir que es nuestra raíz, aquello que nos da arraigo física y emocionalmente. Es la energía que nos provee la sensación de tener las necesidades básicas satisfechas, del cuidado del cuerpo y la estabilidad material y seguridad emocional primordiales. En el cuerpo, es el chakra que se relaciona con el intestino, las piernas, los pies y la base de la columna.
  • Segundo chakra (Svadhisthana): El segundo chakra vibra en color naranja y es el chakra que nos permite abrirnos al fluir de la vida. Su elemento es el agua. En el cuerpo, está relacionado con las caderas y los genitales, los órganos reproductivos, los riñones y la vejiga. Un equilibrio de Svadisthana chakra se representa en sensibilidad y la receptividad. Constituye una apertura hacia las experiencias de la vida, hacia el asombro permanente, hacia la magia de aquello que se tiene alrededor, la aceptación del cambio y el disfrute de las experiencias sensoriales. Por esto, se concibe como el chakra de la sensualidad y de las emociones vividas de una manera sana y gratificante.
  • Tercer chakra (Manipura): Este chakra está asociado con el color amarillo y está ubicado en el plexo solar. Sus funciones se relacionan con el sistema digestivo y simbólicamente, con el fuego interior de cada uno. Su elemento es el fuego. El tercer chakra tiene que ver con el poder personal. Se refleja en asumir la propia vida, en la capacidad de acción y autoafirmación ante el mundo. Es el centro energético relacionado con la confianza en uno mismo. Esta pulsión nos ayuda en la toma de decisiones y el enfrentarse a los riesgos, a establecer límites y necesidades ante nosotros mismos y los demás, y nos da voluntad de logro. Tiene que ver con los principios sobre los que decidimos vivir.

El chakra del corazón: unión de ser y espíritu

  • Cuarto chakra (Anahata): El chakra del corazón actúa como un punto de conexión y equilibrio entre el mundo físico, al cual pertenecen los tres primeros chakras y la dimensión espiritual, al cual están ligados los tres siguientes, siendo el chakra del centro, el cuarto. Su elemento es el aire y está relacionado con las vías respiratorias. Está localizado en el corazón y abarca la parte superior del pecho. De color verde o rosado, nos empodera y revitaliza con la fuerza del amor: la compasión, la unión con todo lo que se manifiesta en el mundo como energía divina, la armonía, el amor de pareja y de familia, la amistad, el amor hacia nosotros y la conexión con la existencia.

Los chakras metafísicos: Vishuddha, Ajna, Sahasrara

  • Quinto chakra (Vishuddha): El primer chakra de nuestro ser trascendente está relacionado con la purificación, que nos ayuda a encontrar nuestro camino hacia la conciencia, y con la voz de nuestro espíritu. El quinto chakra tiene una vibración azul turquesa y su elemento es el éter. Está ubicado en la garganta, y en el cuerpo se relaciona con el cuello, la garganta, la mandíbula y los dientes. Es el centro energético de la creatividad y la comunicación, por lo que es la energía que se activa con la escritura, el canto, el expresarse con claridad y saber escuchar. También se asocia con el sonido y con el poder sanador de las vibraciones, de donde se origina la energía de todo lo que se manifiesta.
  • Sexto chakra (Ajna): Ajna chakra es de color índigo y su elemento es la luz. Este chakra está localizado en aquel punto que en la tradición india se define como el “tercer ojo”, en la frente, justo entre nuestros dos ojos, aquel que se define como el contacto con otros niveles de conciencia. Físicamente su energía se conecta con la vista, la cabeza, y sus cualidades afectan la memoria y la capacidad de concentración. La fuerza del ajna chakra es la intuición, nuestra capacidad de conectarnos con el espíritu y la sabiduría universal. Propios de esta rueda energética son la imaginación, la creación artística, los sueños y el poder de las visualizaciones.
  • Séptimo chakra (Sahasrara): Este es el chakra de la conciencia pura. Por lo general se asocia con el color violeta, aunque su energía es también de color blanco: la más alta vibración y aquella que abarca todos los colores existentes. Está ubicado en la corona, y representa la espiritualidad. Su elemento es el pensamiento, por lo que contiene el poder de la mente: las energías vibracionales que permean las otras fuerzas vitales y crean las experiencias. En el cuerpo, su vibración se manifiesta en los huesos y la piel. Este es el chakra que nos conecta con el infinito, con el sentido de la vida y la devoción y que por esta razón se representa como una flor de loto de cien pétalos. El séptimo chakra nos sintoniza con la divinidad y la gracia de nuestro ser verdadero.

Video sonidos para cada chakra

(de inferior a superior).  

Visualizar cada uno de ellos con los diferentes sonidos

http://youtu.be/LAzmMqFtNc8



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