Hace unos días veíamos con asombro la demostración de la carcasa auto reparable del smartphone LG G Flex y hoy se ha publicado que científicos de la Universidad de Stanford en EEUU han conseguido desarrollar el primer electrodo de batería que se repara a sí mismo, lo que abre un nuevo camino para la producción de baterías más duraderas para automóviles, smartphones y otros dispositivos.
Los científicos han descubierto que los electrodos de silicio duraban 10 veces más cuando eran recubiertos por el polímero con propiedades auto reparadoras, y que enmendaban cualquier fractura en el material a cabo de una hora. La capacidad para almacenar energía de los prototipos ha entrado ya en el rango de lo que se considera viable y han conseguido llegar a unos 100 ciclos de carga sin perder capacidad. La cifra está lejos de los 500 ciclos de carga de un smartphone o los 3.000 de un automóvil eléctrico, pero los investigadores confían en superar pronto estas cifras.
Según los investigadores, el problema de las baterías es que los electrodos de silicio se expanden y comprimen en las cargas y descargas, sufriendo roturas que degradan su rendimiento. Así, al añadir el polímero auto reparador, el material resultante se rompe fácilmente, pero se recompone químicamente como si fuese materia viva.
Los desarrolladores de este material habían trabajado ya en el desarrollo de “pieles electrónicas” flexibles para robots, sensores y para su aplicación en prótesis avanzadas y, para el proyecto de las nuevas baterías, han añadido nano partículas de carbono al polímero para hacerlo conductor de la electricidad.