Un niño de siete años llamado Boriska
de la región de Volgograd comenzó a contarle a su familia sobre su vida en
Marte, sus habitantes y su civilización. Él dijo que conocía a la Tierra y a
Lemuria muy detalladamente. Él poseía profundo conocimiento y un alto intelecto
(Pravda, Septiembre de 2004, Rusia)
Boriska manifestaba señales de comportamiento extraordinario. A las dos semanas
de edad era capaz de levantar su cabeza, dijo su primera palabra a los cuatro
meses y cuando tenía un año Boriska podía leer la gran impresión del periódico.
Con precisión y claridad, contó su conocimiento sobre Marte, los sistemas
planetarios y sus habitantes. Habló sobre los niños dotados a los que se
refirió como "Índigos" y de su papel esencial para ayudar a la
humanidad durante los anticipados Cambios Terrestres. *¿La humanidad está cambiando como
especie?*