El científico estadounidense Robert Lanza afirma que tiene pruebas
definitivas para confirmar que la vida después de la muerte existe y que
de hecho la muerte, por su parte, no existe de la manera en la que la
percibimos.
Después de la muerte de su viejo amigo, Albert Einstein dijo: "Ahora
Besso se ha ido de este extraño mundo un poco por delante de mí. Eso no
significa nada. La gente como nosotros [...] sabe que la distinción
entre el pasado, el presente y el futuro es solo una ilusión
obstinadamente persistente." Nuevas pruebas continúan sugiriendo que
Einstein tenía toda la razón al decir que la muerte no es más que una
ilusión.
Lanza opina que la respuesta a la pregunta '¿Qué hay más allá de la muerte?',
sobre la que los filósofos llevan siglos reflexionado radica en la
física cuántica, y en concreto en la nueva teoría del biocentrismo.
Según el científico, de la Escuela de Medicina de la Universidad Wake
Forest (Wake Forest University School of Medicine), en Carolina del
Norte, la solución a esa cuestión eterna consiste en la idea de que el
concepto de la muerte es un mero producto de nuestra conciencia.
Esencialmente, la idea de morir es algo que siempre se nos ha
enseñado a aceptar, pero en realidad solo existe en nuestras mentes
El profesor afirma que el biocentrismo explica que el universo solo
existe debido a la conciencia de un individuo sobre él mismo. Lo mismo
sucede con los conceptos de espacio y tiempo, que Lanza describe como
"meros instrumentos de la mente", publica el periódico británico 'The Independent'.
En un mensaje publicado en el sitio web del
científico, Lanza explica que con esta teoría el concepto de la muerte
como la conocemos "no existe en ningún sentido real", ya que no hay
verdaderos límites según los cuales se pueda definir.
"Esencialmente, la idea de morir es algo que siempre se nos ha enseñado a
aceptar, pero en realidad solo existe en nuestras mentes", opina Lanza.
Asimismo, evidentemente, creemos en la muerte porque nos asociamos con
nuestro cuerpo y sabemos que los cuerpos físicos mueren.
Nuestra manera clásica de pensar se basa en la creencia de que el mundo
tiene una existencia objetiva independiente de un observador. Pero una
larga lista de experimentos demuestra todo lo contrario. El nuevo
biocentrismo, la teoría elaborada por el científico, supone que la
muerte no puede ser un evento terminal, tal y como la solemos
considerar.
La muerte no existe en un mundo sin espacio ni tiempo. La
inmortalidad no significa la existencia perpetua en el sistema temporal,
sino que se encuentra completamente fuera del tiempo
Lanza indica también que el biocentrismo es similar a la idea de universos paralelos,
la hipótesis formulada por físicos teóricos según la cual hay un número
infinito de universos y todo lo que podría suceder ocurre en alguno de
ellos. La muerte no existe en ningún sentido real en estos escenarios.
Existen todos los universos posibles simultáneamente, independientemente
de lo que ocurre en cualquiera de ellos, escribía Lanza en la revista 'Psychology Today'.
En términos de cómo afecta ese concepto a la vida después de la muerte,
el profesor explica que, cuando morimos, nuestra vida se convierte en
una "flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso"
y agrega que "la vida es una aventura que trasciende nuestra forma
lineal ordinaria de pensar; сuando morimos, no lo hacemos según una
matriz aleatoria, sino según la matriz ineludible de la vida".
"La muerte no existe en un mundo sin espacio ni tiempo. La inmortalidad
no significa la existencia perpetua en el sistema temporal, sino que se
encuentra completamente fuera del tiempo", subraya Lanza.