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General: Vibración interna, vibración externa y anclaje a líneas temporales
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A raíz de la segunda parte de la conferencia Anclando la 4D,
cuando hablábamos sobre la frecuencia de vibración y las líneas
temporales, diferentes personas me preguntaban si, entonces, debido a
los cambios en la frecuencia de resonancia de cada uno a lo largo del
día, esto quería decir que oscilábamos en unas pocas horas entre varias
de esas líneas temporales y realidades que co-existen en nuestro
planeta.
Es decir, si habéis visto el vídeo del último encuentro que tuvimos,
hablando de las energías que nutren al ser humano, de cómo se combinan
para formar una base que llamamos “hidrógeno”, cuyo octanaje indica la
calidad del mismo, y que repercute en nuestra frecuencia de vibración,
habréis comprendido que, a lo largo de un día, una persona puede variar
su frecuencia desde unos parámetros muy bajos, 4-6 Hz, hasta unos muy
altos, 12-15Hz, dependiendo de si la combinación de eventos, energías y
estados mentales y emocionales le hacen estar cansado, bajo y abatido, o
contento, feliz y pletórico.
Estos cambios, como ya sabéis, hacen que al variar tu
frecuencia de resonancia o de vibración resuenes con un tipo de
realidad u otra, y eso se traduce en un anclaje a una línea temporal de
las diferentes que co-existen en este momento, en nuestra esfera
planetaria, a nivel físico. Y, sabiendo esto, la pregunta se repite:
¿significa eso que, a lo largo del día, paso de la línea temporal ideal
si estoy vibrando a 15Hz y luego bajo a la línea temporal más negativa
si estoy vibrando a 4Hz?
La importancia de la vibración interna
No exactamente. Como os decía en este otro artículo sobre el enganche de una línea temporal a otra,
es correcto que la vibración personal es lo que determina tu anclaje a
una línea y realidad concreta, pero esa vibración no es solo la
vibración externa que varía con los altibajos del cuerpo físico,
emocional y mental, sino sobre todo la “vibración interna”, que no es
otra cosa que la “vibración de tu ser interior”, de tu yo interior, que
fluctúa mucho menos que la vibración de tu sistema energético.
Evidentemente una cosa está conectada con la otra. La
luz, energía y vibración que posees a nivel del “corazón”, que es donde
mora nuestro espíritu, depende de la conexión que tenemos con él, y con
nuestro Yo superior, y con nuestro Ser, además de las influencias que
recibe de lo que le sucede al cuerpo que ocupa, que es esa vibración
exterior que repercute en nuestro bienestar anímico y físico. Pero el
hecho de haber tenido un mal día, por ejemplo, y haber variado mucho tu
resonancia energética, no tiene por qué repercutir en sacarte de la
línea temporal en la que estás, si tu paz, tranquilidad y conciencia
interior no se ha visto alterada.
Cuando os comentaba en aquel artículo que yo había
pasado de vibrar o estar anclado de la línea principal a la tercera
línea percibida en estos momentos, era porque no solo el agotamiento
físico, mental y emocional del trabajo de las conferencias me pegó un
bajón tremendo en todos los sentidos, sino porque ese bajón me llevó a
desconectarme de mi ser, consciente o inconscientemente, y ahí se
produjo la bajada de “vibración interior”, que me sacó de la línea y
realidad en la que había estado. Ahora, recuperado del cansancio,
recuperadas las energías, etc., uno vuelve a trabajar para reconectarse
de nuevo, y volver a sentir esa paz y tranquilidad, y esa sensación de
estar conectado con uno mismo y, de nuevo, volver a reconectar con las
líneas más altas y más positivas.
Mantener la calma interior y el estado de armonía
Decía un guía que esto es un aprendizaje, el aprender
a mantenerte en una línea temporal positiva a pesar de los sucesos
externos que nos intentan sacar de la misma, y que tenemos que encontrar
un equilibrio en nosotros, que, aun estando metidos en una vorágine de
eventos o tareas diarias que nos afecten externamente, dentro de nuestro
“espacio”, refiriéndose a nuestro corazón como entrada al mismo, o el
cuarto chakra como punto energético, haya un lugar de paz y serenidad,
de armonía y alegría, y así, uno mantiene una conexión con la realidad
escogida, y no la suelta por muchos vaivenes que se vivan por fuera.
De forma que, básicamente, se trata de la vibración
de la “luz” que llevamos dentro, cada uno de nosotros, lo que hace que, a
pesar de las circunstancias que nos rodeen, podamos seguir conectados
con nuestro yo interior, nuestro ser y nuestro espacio de paz y
tranquilidad. Por eso, el anclaje a una línea u otra no depende solo de
la estructura de la personalidad y del estado del campo áurico del
momento, sino sobre todo de la vibración interna de cada uno, aunque
esté relacionada y sea también la vibración exterior lo que nos puede
hacer fluctuar ligeramente ese estado de calma y armonía.
Potenciar la conexión con tu Ser y con tu yo superior
El trabajo consciente para elevar esa vibración, y
aquí aplica tanto para la exterior como la interior, pasa por aquellos
pequeños consejos o ideas que comentaba en la conferencia, al final de
la segunda parte, desde cuidar el aspecto físico, a cuidar el emocional,
desde cultivar la conexión con el ser, a potenciar todo aquello que nos
hace feliz, dejando de lado todo aquello que nos roba esa paz y esa
armonía.
Decía este mismo guía que, en esos planos no físicos,
les causaba alegría ver como la gente cada vez se abría más a esta
conexión interior, y como, en la psique de las personas, al ser
impactadas por las energías que llegan, se removían bloqueos, creencias,
y nos liberábamos de corazas, lo cual nos hacía crecer. Como decía hace
unos días en el artículo sobre trabajar con estas energías de forma consciente,
hay una gran oportunidad abierta para la intensificación del cambio
personal, la conexión con el Ser del que provenimos, y la creación de
ese espacio interior de amor y paz inalterable. Mucha gente va a salir
de la jaula de la psique, porque tendremos la oportunidad de
expandirnos, y hemos de recordar que, estos cambios, aunque se perciban
como “molestos”, por lo que puedan llegar a revolvernos internamente
(física, emocional o mentalmente, cada uno sui generis), son
catalizadores y detonantes, para que la gente despierte y se pregunten
que hay más allá de la rutina diaria, y lo que la vida es realmente, y
luego, con el esfuerzo y trabajo que a partir de aquí quieran hacer de
forma consciente, lleguen a conectar con su interior, y lleguen a elevar
esa vibración hasta conectar con la línea temporal principal que les
lleva directos al paso de nivel evolutivo cuando toque.
Este año 2014 habrá millones de personas que sufrirán
este pequeño despertar inicial, otros subirán un escalón más en el
suyo, y es un paso más, para un proceso que hace tiempo que ya no tiene
marcha atrás.
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Como comentaba hace un par de artículos, el hecho
de que una persona modifique su frecuencia de vibración provoca que,
automáticamente, te enganches desde alguna de las líneas temporales, que
se perciben en estos momentos como importantes en el planeta, y te
ancles a otra. Aunque siguen habiendo, de momento, cinco grandes líneas
de eventos, en los últimos meses hemos visto como las tres centrales se
contraían o expandían, convirtiéndose en una sola o manteniéndose
separadas como tres, dependiendo de como los acontecimientos mundiales
iban haciendo que la masa de la población subiera o bajara su vibración,
respondiendo al efecto emocional y mental de lo que pasa por el
planeta.
La contracción de las tres líneas centrales en una se
produce cuando muchísima gente se acerca bien a la línea ideal negativa
o bien a la positiva, la número 5 o la número 1, dejando poco margen
para aquellos que andan “a medias tintas”, de forma que si las dos más
extremas crecen, se “comen” parte de las otras y las absorben, dejando
solo una banda intermedia (la línea 3) que las separa. Sin embargo,
cuando el espectro de la población está mucho más repartido entre
múltiples niveles frecuenciales, la banda central se expande, y los que
mantienen una frecuencia alta, pero no lo suficiente para mantenerse en
la línea ideal, se enganchan y dan fuerza a la línea 2 positiva,
mientras que los que incrementan su conexión negativa pero sin caer en
la línea más “catastrófica” dan fuerza a la línea 4. La línea 3, de
alguna forma, está a caballo entre ambas realidades y es la que las
mantiene separadas.
Puesto que dependiendo de nuestras circunstancias
particulares subimos y bajamos nuestra vibración regularmente, podemos
en una determinada época o periodo de tiempo ir pasando por diferentes
líneas, aunque manteniéndonos en un margen “de seguridad” aceptable que
nos hace saltar solo una o dos como mucho, desde nuestra línea de
partida, a no ser que realmente pase algo que nos baje de un tirón la
vibración tremendamente, como un imán que nos atraiga a tres o cuatro
líneas de distancia.
Es decir, si te encuentras resonando en la línea
ideal 1 y te sucede algo que te baja un poco tu frecuencia, igual
fluctúas entre la 1 y la 2, si te pega un bajón importante, posiblemente
llegues a la tres, pero algo muy gordo tiene que pasar y durante
bastante tiempo para que alguien, que, de forma natural y por su trabajo
interno se encuentra normalmente en las líneas más positivas, termine
enganchado a la línea 5. Por el contrario, para dejar de estar resonando
con una línea negativa o de baja frecuencia, hay que hacer un enorme
esfuerzo para subir y mantener la vibración, y difícilmente se puede
pasar de estar un día en la 4 o en la 5 y al día siguiente en la 1. Las
transiciones siempre son paulatinas y poco a poco, aunque automáticas.
Monitorizando los cambios y aplicando correcciones
El poder monitorizar estos cambios solo se puede
hacer si tienes ayuda de alguien o algo que evidentemente se encuentra
fuera de nuestra matriz espacio-temporal, desde donde se puedan percibir
todos los futuros potenciales que co-existen en cada una de las líneas
temporales. Incluso en la parte más alta de la pirámide de control del
planeta, solo unos pocos miembros de estas elites son conscientes y
monitorizan estos movimientos de población de una línea temporal a otra,
posiblemente con ayuda de otras razas y su tecnología. Si se detecta un
incremento muy alto de personas moviéndose a la realidad y la línea
temporal ideal, se ponen en marcha detonantes para reforzar la negativa.
Como os decía en la conferencia, aquí hay dos bandos jugando a tirar de
la cuerda, a ver quien se lleva el gato al agua. A nadie le gusta que
le cierren el supermercado de donde se alimenta y por ende se redoblan
los esfuerzos para mantener la granja en marcha. Así, para poder
reforzar una línea, en este caso la negativa, haciendo que tome más
fuerza al conectarse más gente a ella, se han de provocar eventos que
afecten a la psique de las personas, a su centro emocional y/o mental,
de forma que, al ser la mayoría de personas inconscientes del
funcionamiento automático de estos centros y de su efecto en la
frecuencia de vibración global del sistema energético, provoque el
“enganche” a la línea deseada de forma completamente automática y sin
control o autoconciencia de lo sucedido por parte de la persona
afectada.
El efecto “resonancia” u olas de reverberación
Así, según vayan las cosas, se generan todo tipo de
situaciones en la realidad física del mundo que provoquen lo que ya
sabemos: miedo, preocupación, violencia, y todo tipo de emociones
asociadas. Estos eventos no hacen falta que sean planetarios, pueden ser
locales o regionales, pues ya se encargan los medios de comunicación
globales de difundirlos por todo el planeta y hacer que sus efectos
lleguen a todas las personas cada día a través de los telediarios,
noticias y demás (“hay que ver como está el mundo, ¿verdad?”).
La influencia en el inconsciente colectivo es inmediata en cuanto se
alcanza una masa crítica de personas resonando con el efecto energético
de ese evento (por ejemplo, millones de personas preocupadas por si pasa
esto o si pasa lo otro).
Reforzando una línea atrayendo la gente a ella
Pero claro, un evento se suele producir en una sola
línea temporal, la de aquella persona o grupo que lo genera, y, si
hablamos de los que provocan nuestras elites y la pirámide de control,
entonces se producen casi siempre en la línea temporal 4 o 5. ¿Como
repercute entonces ese evento en las personas que están en otros niveles
de vibración más altos? Repercute por reverberación, el mismo efecto
que se produce al tirar una piedra al estanque, donde las ondas del agua
generan ecos que se expanden desde el punto inicial.
Al igual que la piedra, al caer, provoca un choque
energético en el punto donde entra en el agua, el impacto energético del
suceso X (sea un atentado, sea una manifestación o revuelta provocada,
sea una pandemia, sea un amago de crisis económica, etc., etc.) tiene su
máximo impacto en la línea temporal en la que se genera, reforzándola y
haciendo que todos aquellos enganchados a esa línea vean reforzada aun
más su visión del mundo, pues es obvio que en la realidad en la que
ellos viven pasan las cosas que ellos ven que pasan (y que otros
provocan, pero que nosotros aceptamos y reforzamos, con el papel y
potencial co-creador que tenemos).
Pero obviamente con esto solo no es suficiente, pues
solo mantiene a los que están en la 5, donde están, para que no cambien
de línea. Para poder darle fuerza a una línea temporal negativa, hay que
atraer más gente a la misma, y esto sucede gracias al efecto de las
ondas de reverberación que son capaces de llegar hasta otras líneas
adyacentes e influenciar a aquellos que están con la vibración “justita”
para mantenerse en la 4 o en la 3. Aquellos de la 4 que se vean
influenciados (ves las noticias y te entra un ataque de preocupación o
miedo que te dura el tiempo bastante para modificar tu vibración)
pasarán entonces a la 5, y aquellos de la 3 que anden también “justitos”
pasarán entonces a la 4, por el mismo efecto y así sucesivamente.
Cuanto más alta es la vibración de la persona, menos le afecta en su mundo y su realidad lo que sucede en las otras líneas (“si, pasan muchas cosas en múltiples partes del mundo, pero, por alguna razón, no me afecta ni un ápice en el mío”).
Eso no significa que la persona no se entere de ese evento, simplemente
su escudo natural, su actitud, su conocimiento, su estado de ánimo, su
sistema energético, no sufre ni un rasguño y no le perjudica “en su
mundo” nada de lo que ese evento haya podido generar. Ejemplos de este
tipo los tenemos todos los días, por muy mal que vayan las cosas o que
pase esto u lo otro, solo afecta a los que resuenan con eso o con lo
otro.
Ondas de reverberación que te suben
Por otro lado, el mismo efecto de “ondas de
reverberación” tiene también consecuencias muy positivas si los eventos
son generados en la línea temporal 1. Todo aquello que suceda y que
traiga implícito una altísima frecuencia de vibración afectará por
reverberación a las líneas temporales adyacentes, moviendo gente desde
la línea temporal 2 a la 1, y desde la 3 a la 2. ¿Cual es el truco?
Empaparte de la energía de sitios donde se vibre muy alto, rodearte de
gente que se encuentre a tu mismo nivel o superior, bañarte en noticias y
sucesos que sean muy positivos, y todo este tipo de cosas que te suban
el ánimo, mejoren tu humor, te suban la energía, etc., pues el proceso
de cambio de vibración es el mismo, sea que algo nos tire “hacia
arriba” o nos tire “hacia abajo”.
Así, la idea es ir subiendo y subiendo de vibración, y
estar atentos, muy atentos, cuando percibamos que se crean eventos o
nos vemos envueltos en entornos, sucesos o acontecimientos, reales,
provocados o “casuales” que nos intenten tirar hacia abajo. Si eres
consciente de ello, nada te puede hacer bajar mientras tu, también
conscientemente, sigues trabajando para subir cada vez mas.
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Hace ya algún tiempo, escribí sobre lo que significa formar parte de un complejo de memoria social en el siguiente nivel evolutivo, que llamamos la cuarta densidad. Decía, en aquel entonces, que: “se
denomina complejo de memoria social cuando un montón de personas, seres
o entidades, forman o crean una única “mente” a la cual,
conscientemente, todos están conectados. Es típico, según nos dicen, de
todos los niveles evolutivos por encima del nuestro, con mayor o menor
grado de integración en esa única “mente global” o campo de conciencia
genérico“
A cuenta de esto, si habéis leído el artículo anterior de Conversaciones con el SER, posiblemente recordáis estas respuestas:
David: ¿cómo eliges donde encarnar, que parámetros o experiencias intentas buscar para elegir dónde proyectarte?
SER: no lo elijo yo solo David, lo elegimos…
D: ¿lo elegís?
S: trabajamos juntos muchos
seres, la conciencia y el nivel al que pertenezco, David, elegimos y
decidimos entre todos donde proyectarnos
D: pero, ¿tú tienes una
semi-individualidad, ¿no? ¿O tu conciencia está completamente integrada
en la conciencia de todos los seres que compartís ese nivel evolutivo?
S: tengo individualidad, pero ínfima…
D: ¿de modo que todos los de tu grupo compartís una macro-conciencia?
S: si, así es
Y es que parece que, a mayor nivel evolutivo, menor
es la conciencia individual y personal y más fuerza toma la conciencia
de grupo o jerarquía a la que se pertenece.
De mucho a poco
Es muy curioso la evolución de la conciencia en este
aspecto. La formación del alma empieza siempre al nivel de la primera
densidad, el nivel evolutivo que asignamos al reino mineral, es una
conciencia completamente grupalizada, donde hay nula conciencia
individual en las piedras, rocas, gemas y minerales que lo componen.
Paulatinamente, al avanzar por el reino vegetal y el reino animal, esta
conciencia individual va creciendo, cada vez el alma se vuelve más libre
y separada, y, flora y animales, a pesar de formar parte de un mismo
espíritu o mente grupal, tienen cierto autoconocimiento de su
individualidad, que es mayor o menor dependiendo evidentemente de la
raza y nivel evolutivo dentro de esos reinos, la segunda densidad.
Luego, se crea al ser humano, conciencia totalmente
individual, desconexión total de la mente grupal homínida, del campo
morfogenético que nos unía a todos, pero nacimiento de aquello que
llamamos un inconsciente colectivo que nos amalgama en otro nivel como
raza, del cual somos poco o nada conscientes. Y, aún más interesante,
pues solo se da en este nivel evolutivo, es el hecho de compartir en
algún nivel de nuestra psique una conexión con una mente colectiva, no
nos resta ni un ápice de individualidad, estando todos separados,
física, mental y energéticamente, los unos de los otros, con caminos
evolutivos, hojas de ruta, lecciones y experiencias por adquirir, que
solo dependen de uno mismo, y de nadie más.
De poco a mucho
Pero algo sucede cuando termina la tercera densidad,
curiosa evolución, y es que, a partir de la cuarta, se vuelven a formar
las mentes grupales que abandonamos en la segunda. Siempre hemos hablado
de que las lecciones que el espíritu aprende a nivel de cuarta densidad
tiene que ver con la cooperación, el servicio a los demás, la ayuda
mutua, el amor, la compasión y el trabajo conjunto por el bien de todos,
así que tiene lógica que, para ello, tengamos que compartir de forma
mucho más consciente una psique única, como veréis luego, donde
prevalece la individualidad de cada uno, pero donde uno puede percibir
lo que se cuece en los demás, personal y colectivamente, porque
estaremos todos conectados a niveles mucho más profundos.
Haciendo crecer el complejo de memoria social
Con el paso de nivel evolutivo, se crea, a partir de
entonces, un complejo de memoria social, pudiendo hablar todos con una
sola voz, si fuera necesario, o teniendo acceso al banco de memoria e
información de todos los habitantes del planeta, y, por supuesto,
pudiendo usarla para comunicarse sin tantos tapujos como lo hacemos
nosotros ahora. Precisamente una de las virtudes de salir de este nivel
3D es que seremos transparentes a nivel emocional, energético, mental,
etc. Todos podremos vernos como realmente somos, por lo que parece que
nos podremos ahorrar bastante “small-talk” para conocer a la
gente con la que tengamos el gusto de convivir en esa 4D. Cuando
traspasemos, seremos muy conscientes de nuestra individualidad, pero a
la vez la cohesión grupal será muy fuerte. Evidentemente es muy
diferente este tipo de integración en el complejo de memoria social de
la conciencia grupal que tienen los homínidos o los gatos, por decir
algo.
De visita en una encarnación muy antigua
Este tema suscitó mucho mi interés debido a que, hace
ya varios meses, en una de las regresiones que me hizo una amiga y
compañera, reviví la primera de todas mis encarnaciones en la Tierra, la
inicial y la detonante de todas las que se han sucedido desde entonces,
y cuál fue mi sorpresa al verme encarnado en un homínido, mucho antes
de que la raza humana hubiera sido creada. Tal fue la experiencia,
impresión y sensación de estar literalmente consciente dentro de un
cuerpo homínido, semi-encorvado, conectado y consciente del resto de
especímenes de mi grupo/raza, que supuso un cambio importante en mi
entendimiento de los procesos de encarnación, pero por supuesto detonó
muchas otras dudas. Así, aprovechando hace unas semanas otra sesión con
uno de los guías que nos asisten, le pregunté sobre el tema:
David: Bien, otra pregunta. En una
de las regresiones que me hice hace tiempo, me vi encarnado como
homínido, la primera vez que entré en este planeta, cuando todavía no
había seres humanos, no sé si puedes acceder a esa información leyéndome
energéticamente….
Guía: Si, espera, lo estoy tratando de hacer….
D: vale…
G: vale, ¿Cuál es tu pregunta David “homínido”?
D: (risas)
D: ok, pues eso, el David
“homínido”, ¿entró cuando ese cuerpo pertenecía a una conciencia grupal?
¿Había un “espíritu de mono” en ese vehículo? ¿Fue correcta esa
percepción?
G: Si, la había
D: entonces, no lo entiendo, ¿cómo
hace un espíritu individual, una proyección de un SER, para acoplarse a
un cuerpo físico que ya tiene un espíritu que pertenece a otro SER,
aunque sea un ser grupal o conciencia grupal?
G: si, es verdad que hay una
conciencia grupal, pero también es verdad que a la vez está operando en
ese cuerpo homínido una conciencia individual de sí mismo, aunque es
mínima. ¿Y cómo lo haces o hiciste, o hicieron los seres que entrasteis
ya en esa época? Pues acoplándose, y reajustando los parámetros
energéticos para poder convivir con esa conciencia “homínida” y la
conciencia grupal que opera en la especie….
D: vale… ¿quieres decir que lo que
sucede es que, de alguna forma, se permite el acople de una conciencia
de un SER como yo, o como el mío, en una conciencia grupal operando a
través de la mini-conciencia individual que tenía ese homínido? Sin
prejuicio o daño al espíritu grupal de la raza o grupo al que ese cuerpo
pertenecía…
G: Si, aceptando las dos simultáneamente
D: yo recuerdo, o reviví, que cuando
falleció el homínido, fui a despedirme del “espíritu grupal” animal, y
le di las gracias por haberme permitido usar ese cuerpo
G: Si, por eso te digo que
co-existían las dos conciencias en el mismo vehículo, pero la conciencia
de sí mismo es mucho menor que la de grupo, y el hecho de que tú te
fueras a despedir, lo que reviviste en la regresión, es porque tu
quisiste simplemente mostrar tu “respeto” a ese ser que anima esa
conciencia grupal
D: ah, entiendo. Realmente me chocó
el hecho de haber podido encarnar en algo que yo creía que ya estaba
habitado, que tenía un espíritu completamente integrado y dependiente de
otro ser, bueno, esto que hemos hablado…pero ya entiendo el porqué
G: son las dos cosas. Digamos que
cuando el individuo, hablando del homínido… (pausa)… es que es
maravilloso, realmente como funciona, porque incluso la raza humana,
ahora, hoy en día, también estáis unidos conciencialmente unos con
otros, aunque no sois conscientes de ello y os pensáis que no funcionáis
así, pero piensa, incluso, que hay zonas de vuestro planeta que aun
funcionan de modo parecido a como lo viviste tu
D: ¿quieres decir que están más conectados entre ellos?
G: si, aquellos que llamáis tribus, o
grupos, mas “nativos”, y entiende que esto no es menosprecio alguno de
nuestra parte, tienen más conciencia de grupo a veces, que de individuo,
y se rigen más por esa conciencia que por la suya, ¿entiendes?
D: si
G: y funcionar como grupo tiene otras connotaciones, les ofrece una protección especial
D: ¿a nivel de psique? ¿A nivel energético?
G: si, a nivel de conciencia, lo
mismo que sentiste cuando te despediste del espíritu grupal, que ese
espíritu cohesiona al grupo, ¿comprendes?
D: si, entiendo
G: y ahora, date cuenta que a medida
que avanzáis hacia la cuarta densidad, vais a volver a esa conciencia
más grupal, pero en este caso, os estáis redirigiendo individualmente,
al revés que en el caso anterior, el camino individual de cada persona
ayudará a crear la conciencia de grupo necesaria para co-existir en
vuestro siguiente nivel evolutivo
D: si…
G: y al traspasar a lo que llamamos
la cuarta densidad, trabajareis como grupo, seréis individuos
conscientes, pero dentro de un grupo. Cuando traspaséis seréis muy
conscientes de vuestra individualidad, y a la vez la cohesión grupal
será muy fuerte
D: en otra ocasión se me explicó
eso, el nombre que le daban era la creación de un “complejo de memoria
social”… estamos todos conectados entre todos, soy consciente de mí,
pero percibo al resto de conciencias o personas del grupo
G: exacto, pero es diferente esa
conciencia grupal, o complejo de memoria social, que es correcto el
término, a lo que estamos hablando de lo que sucede ahora en este nivel
evolutivo en el que estás, o incluso de la conciencia de lo que tu
experimentaste en tu primera encarnación, que también es distinto
D: pero entonces, para aquellos que
transicionan en vida, lo que hablamos de los sucesos futuros percibidos
en la línea temporal ideal, ¿cómo se hace para acoplarte al complejo de
memoria social 4D si vienes con una fuerte individualidad de esta 3D?
Una persona que ya nace en la 4D lo tiene muy fácil, porque es
automático, y es sencillo de comprender, pero si transicionas?
G: Si, efectivamente si naces o
entras en ese nivel encarnando es fácil, pero piensa que uno no puede
transicionar si no tienes esa predisposición a trabajar en grupo, a
trabajar con los demás, si no “preparas el terreno” para el cambio antes
del cambio
D: si, es verdad, eso ya lo habíais explicado, lo que dije en la conferencia…
G: claro, los cambios son graduales,
uno empieza a desarrollar la compasión, el amor, el trabajo con los
demás, el servicio a otros, y eso te va posicionando en el camino hacia
la cuarta densidad
D: claro, no puede ser de otra forma…
G: así es David
Así que hacia ese tipo de integración es hacia dónde
vamos, y por eso, diferentes grupos o jerarquías “espirituales” nos
hablan de que forman parte de un grupo y cada vez tienen menos
individualidad. En nuestra escalera evolutiva, el proceso de integración
sigue incrementándose en una futura 5D, y por supuesto en una futura y
lejana 6D, y en pasos o niveles superiores, pero eso nos queda muy
lejos, ahora toca preparar el terreno para el cambio, posicionándonos en
esa actitud de cooperación, servicio a otros, ayuda mutua, amor y compasión.
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Es de sobras conocido que, en el ser humano, operan diferentes biorritmos naturales, desde el instante de nuestro nacimiento, que nos hacen pasar por momentos más altos o más bajos a nivel físico, emocional, mental y espiritual. Estos biorritmos están ligados a los procesos vibratorios naturales de nuestro planeta y de la composición energética que todos poseemos, y cada uno tiene una duración determinada por la que pasamos de estar de un punto álgido y máximo, a cruzar por un estado “neutro” y luego bajar a un estado mínimo para volver a remontar de nuevo, empezando otro ciclo.
Aquellos que planifican sus agendas según sus biorritmos, saben con más o menos certeza en que momento les es más beneficioso hacer una entrevista de trabajo, pues están en el punto álgido del ciclo intelectual, saben cuando hacer una mudanza, pues buscan los días de mayor capacidad física, o saben cuando no irse a ver una película triste si están en la parte baja, en el valle, de su ciclo emocional. Como todo, no se trata de volvernos paranoicos y obsesivos y planificar al detalle cada cosa que hacemos, sino usar este tipo de ciclos para saber cuando nos conviene meternos en algo un día o dejarlo para tres días más tarde si queremos obtener los mejores resultados con ello.
Cuatro biorritmos principales
Los biorritmos más conocidos y los más usados son cuatro: el físico, que determina precisamente eso, nuestro estado físico, la energía que tenemos, la vitalidad. Luego tenemos el ciclo emocional, que nos regula los altos y bajos de los procesos emocionales y sentimentales, a continuación tenemos el ciclo intelectual, que regula o marca los momentos en los que estamos mentalmente más activos, lúcidos y capaces de darle caña a la parte racional de la vida, y, por último, aunque es menos conocido, tenemos el ciclo espiritual o del “adepto”, que regula nuestra capacidad energética más sutil y nuestra evolución personal en relación a este aspecto de la vida. Estos cuatro ciclos tienen duraciones diferentes, el físico se repite cada 552 horas, o 23 días, el emocional cada 28 días o 672 horas, el intelectual cada 33 días o 792 horas y el espiritual cada 18 días o 432 horas. Ya os explicaré porque trabajamos con horas mejor que con días.
Para calcular tus biorritmos, solo hay que buscar en internet alguna de las cientos de herramientas que existen para ello, entrando tu fecha de nacimiento, pues se debe calcular desde el momento que naciste, y entrando la fecha actual, obtendrás la posición de cada uno de estos ciclos para el día de consulta, pudiendo evidentemente sacarla para todo un mes, 6 meses o incluso a un año vista. Esto por ejemplo es mi curva de este mes:
El solo hecho de tener este tipo de curvas te ayuda a comprender en que momentos te encuentras en los puntos álgidos, el pico del ciclo, en que momento te encuentras en los puntos medios, y en que momentos te encuentras en los puntos mínimos, el valle del ciclo. Además, puedes ver que días confluyen dos o tres ciclos en sus puntos álgidos, de forma que se pueden aprovechar para emprender nuevas cosas, o que días confluyen diferentes ciclos en sus puntos mínimos, de forma que mejor no hacer nada especial en esos momentos. Como norma, de forma natural, uno está más fuerte y pletórico a nivel físico, emocional, mental y espiritual en el punto más alto del ciclo y va perdiendo esa vitalidad hasta que cruza por el punto medio o neutro y luego se invierte la tendencia y uno se encuentra “en negativo”, estando en estados físicos, emocionales, mentales y espirituales que aconsejan esperar a que remonte el ciclo de nuevo para tomar decisiones, ejecutar según que acciones o empezar según que proyecto o actividad.
Puesto que todos tenemos que trabajar todos los días, tomar decisiones todos los días y hacer cosas todos los días, es muy probable que aunque no queramos, haya cosas que no podamos programar cuando nos gustaría, pero, por otro lado, todo aquello que sea programable en nuestras vidas, hasta un cierto punto, vale la pena hacerlo siempre cuando el ciclo principal que le compete está en su punto máximo de inflexión.
Entran en juego las octavas de los procesos energéticos
Bueno, hasta aquí la parte fácil del tema, es algo de sobra conocido y es algo que todos podemos aplicar sin ningún esfuerzo a nuestro día a día para conseguir mejores resultados en aquello que hacemos. Sin embargo ahora vamos a profundizar más en estos ritmos y ciclos para ver como realmente podemos usarlos a nuestro favor, ya que vamos a hablar del tema de las octavas energéticas.
Todo lo que sucede en esta realidad, todo evento, situación, proyecto, “cosa”, etc., tiene un proceso energético. Todo, para poder manifestarse, completarse, empezarse y terminarse pasa por unos pasos y unas etapas, que, al igual que las podemos identificar de forma física cuando estamos metidos en ello ( paso 1, paso 2, paso 3, etc.), también podemos identificar la parte energética de las mismas, aunque a priori no sea tan fácil. Pero no puede haber nada creado, manifestado, ejecutado o llevado a cabo en nuestra realidad que no siga un proceso energético de pasos desde que empieza hasta que se termina.
Este proceso es lo que se conoce como una octava. Se le llama octava porque los pasos o saltos energéticos que sigue todo lo que existe para pasar de un estado A a un estado B son principalmente siete. Estos pasos, más cortos o más largos en duración, para que todos nos entendamos, son como las notas musicales, y así están explicados por ejemplo en las enseñanzas de Gurdjieff. Todo lo que empieza se inicia en el estado energético o nivel que podemos asignar a la nota DO, luego pasa a un estado que seria correspondiente a la nota RE, luego al MI, al FA…. hasta que termina con el DO de la siguiente octava. Como todos sabéis, las notas musicales representan cada una un tipo de energía diferente, una frecuencia, un estado vibracional, de ahí que nos sean tan útiles para poder estudiar las octavas de las que se compone todo lo que nos sucede en la vida.
Todo sigue un proceso por octavas
Nuestra vida es una octava muy larga (desde que nacemos hasta que morimos), las 24 horas del día son una octava muy corta (desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir), el tiempo que pasa entre que algo empieza y acaba esta regido por una octava. Por ejemplo, el proceso de escribir este artículo sigue una octava, muy corta en duración, de apenas dos horas, que es lo que llevo sentado al teclado y lo que calculo tardaré al darle al botón de “publicar”. En el momento en el que me senté a teclear el titulo se inició el proceso vibracional o energético en un punto, el DO, luego la energía fue fluyendo mientras yo he ido creando lo que estáis leyendo y pasando por diferentes estados hasta finalizar en el siguiente DO, cuando termine esto y ya esté en mi web online. Durante estas dos horas, el proceso se ha completado de forma natural, haya tardado lo que haya tardado, pues en algunos momentos he hecho algún descanso, o he pasado más tiempo revisando antes de publicar, lo cual no ha sido más que otro momento energético que lleva al mismo objetivo, completar el artículo y con ello la octava de pasos que lo han hecho posible.
La Ley de las Octavas es universal
Todo lo que es creado o manifestado en nuestra realidad está regido por la llamada Ley de las Octavas, que dice que todo sigue unos pasos desde su inicio hasta su finalización. Conociendo la ley de las octavas y como funciona, uno puede gestionar su propia realidad de forma mucho más eficaz, como veremos dentro de unos días. Os recomiendo el libro “El Secreto de las Octavas” de Detrás de lo Aparente para que podáis comprender toda la teoría que se encuentra detrás de esta ley.
En estos momentos, lo que nos interesa es aplicar esta ley de las octavas al tema de los biorritmos del ser humano, de forma que, ya os adelanto, porque lo explicaré en el próximo artículo, que lo que podemos hacer es dividir esos biorritmos en diferentes partes, y calcular el momento de la octava en la que nos encontramos dentro del ciclo físico, emocional, mental o espiritual. Así, sabiendo esto, podremos saber en que momentos podemos ejecutar ciertas acciones energéticas para que tengan más fuerza a la hora de hacer cambios en nuestra vida y podréis ver los efectos que tiene saber, con más o menos detalle, como gestionar los procesos energéticos del universo en vuestro ritmo diario. Os invito a que en los próximos días busquéis alguna herramienta para calcular vuestros biorritmos y los saquéis para las próximas semanas o meses, ya que podremos hacer cálculos con ellos muy interesantes.
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