Página principal  |  Contato  

Correio eletrónico:

Palavra-passe:

Registrar-se agora!

Esqueceu-se da palavra-passe?

El Refugio Azul
 
Novidades
  Entre agora
  Painel de mensagens 
  Galeria de imagens 
 Arquivos e documentos 
 Inquéritos e Testes 
  Lista de participantes
 CHAT REFUGIO AZUL 
 HORARIO MUNDIAL 
 
 
  Ferramentas
 
General: EL LIBRO DE LAS PIEDRAS QUE CURAN
Escolher outro painel de mensagens
Assunto anterior  Assunto seguinte
Resposta  Mensagem 1 de 1 no assunto 
De: incorregiblejose  (Mensagem original) Enviado: 10/11/2014 12:32
Sé que ya os lo subí hace tiempo, pero me lo han vuelto a solicitar, así que aquí va de nuevo...


EL LIBRO DE LAS PIEDRAS QUE CURAN - SABIDURIA DIVINA SOBRE LA UTILIDAD DE LAS GEMAS



 


Hace 850 años, una monja benedictina alemana que estaba invadida

por la Luz Viva del Espíritu Santo, dejó escritas para nosotros la utilidad

de las criaturas más corrientes -vegetales, animales y minerales- en un tratado.

Este libro es la primera traducción española, comentada y anotada, del libro de santa Hidelgarda, recoge y explica la utilidad para el hombre y las virtudes curativas de una veintena larga de piedras preciosas que, a pesar de sus nombres

prestigiosos, son todas asequibles y nada onerosas.

Se trata de mostrar remedios sencillos a quienes tienen problemas

de salud, para lo cual hemos analizado el original latino y cotejado la

traducción con lapidarios antiguos y modernos, especialmente con los

trabajos de los doctores Hertzka, Strehlow y Gienger, pioneros de la

medicina hildegardiana.

Pero como no hay dos piedras iguales y cada ser humano reacciona

según su constitución y naturaleza, nadie puede garantizar su eficacia

en cada caso concreto.

Las obras de Santa Hildegarda están llenas de afirmaciones asombrosas

que revelan un conocimiento de la realidad física muy avanzado para su epoca.

deja bien claro que a los 43 años le invadió la Luz Viva, el Espíritu

Santo, que le estuvo dictando durante décadas varios libros sin dejarle

poner una sola palabra de su cosecha. Santa Hildegarda ha dejado escrito

repetidas veces que carecía de instrucción y que solamente le habían

enseñado el Salterio (la recitación de los salmos), para el cual era

necesario saber leer y escribir.

Pero como esto resulta inexplicable, inaceptable e increíble para

determinados críticos, buscan otras explicaciones y le atribuyen grandes

dotes naturales, una extensa cultura (eso dice el propio Benedicto

XVI), experiencia científica, práctica médica, y una gran capacidad de

absorción del legado científico de su tiempo y de la sabiduría popular

alemana. Ahora bien, esas explicaciones cientifistas no resisten el cotejo

con las fuentes históricas, que son abundantes y unánimes. En

buena crítica histórica, si alguien quiere contradecir a lo que dicen las

fuentes coetáneas, antes tendrá que demostrar que son falsas, y eso es

imposible porque las fuentes proceden del propio scriptorium del monasterio

que regía Santa Hildegarda. En realidad, lo único que puede

oponerse a las fuentes históricas de Santa Hildegarda son nuestros

prejuicios contemporáneos.

Desde los cuarenta y tres años de edad, Santa Hildegarda recibió del

Espíritu Santo, la Luz Viva, tres obras importantes cuyos dictados duraron

respectivamente diez años (Scivias), cinco años (Vitae Meritoruni)

y ocho años (Divinorum Operum). En el intervalo entre los dos

primeros dictados, recibió además interiormente vidas de santos y piezas

musicales, una lengua desconocida, otras obras menores y sostuvo

una copiosa correspondencia, además de una gran obra de medicina

que tradicionalmente se ha separado en dos partes: un libro médico

para profesionales de la salud, «Causas y remedios de las enfermedades

», {Liber Causae et Curae), y un libro de divulgación para profanos,

la Física {Physica), que trata de la utilidad para el hombre de las cosas

creadas más corrientes.

La Física expone, desde el punto de vista divino, las características,

valor dietético y uso medicinal de algo más de medio millar de

animales, vegetales y minerales, agrupados a grandes rasgos y sin las

precisiones científicas de hoy (por ejemplo, la ballena está con los

peces como criatura acuática que es) en nueve libros, de los cuales

el más cuantioso es el Libro Primero sobre hierbas, que contiene

213 plantas, a las que habría que añadir los 57 árboles del Libro

Tercero.

El Libro Cuarto, dedicado a las piedras, y más concretamente a las

piedras preciosas y semipreciosas, solo se ocupa de 25 piedras porque

las demás, dice, valen poco para medicina. El libro constituye en realidad

un lapidario.

 



Primeira  Anterior  Sem resposta  Seguinte   Última  

 
©2025 - Gabitos - Todos os direitos reservados