La falsa espiritualidad hace referencia a aquellos que dedican su vida a leer docenas de libros de crecimiento personal y a enseñar, pero son incapaces de
sentir amor en su corazón, y por lo tanto necesitan ser vistos y aceptados por
los demás.
Vibrar en amor no
es tarea fácil. Hemos sido condicionados desde que nacimos, y en muchos casos,
desde antes de la concepción. En casos con infancias dolorosas y sufridas, el
alma se ha propuesto un gran desafío antes de venir a
Muchas personas
hablan sobre la luz, pero permanecen en una frecuencia baja, aún aunque no
tengan malas intenciones. Esto significa que no han sanado sus heridas de la
infancia y siguen identificadas con su mente y su personalidad condicionada.
Hay que ser muy prudentes para enseñar sólo aquello que nosotros ya hemos
superado. Porque sólo así llega nuestro mensaje con la intensidad que deseamos.
Es muy frecuente
escuchar o leer sobre el amor, la humildad, la luz, el servicio, y pegar frases
o imágenes hermosas en Facebook, pero son pocos los que hablan sobre el ego, la
oscuridad, y sus innumerables trampas para seguir ejerciendo la hegemonía sobre
el Ser. La única manera de conocer las trampas del ego es haberlas experimentado
y trascendido, por lo menos en gran parte. El auto engaño es muy sutil. El ego
espiritual es muy común. Sucede cuando el individuo busca resaltar su imagen,
ser admirado, o visto. Lo que quiere es que vean cuán evolucionado está, o que
está en el camino de la luz, que es una buena persona, humilde, bondadosa,
luminosa. Pero en cuanto éste desea ser visto, ya ha caído presa de su ego,
aunque no tenga conciencia de ello.
Tienes que prestar
mucha atención si tu no eres una de ellas, ya que es muy probable que así sea,
por el sencillo hecho de que hasta llegar a la iluminación, el ego sigue
operando en alguna forma. Si lo descubres, solo debes perdonarte con amor y
aceptar tus partes oscuras, que no es lo mismo que identificarte con ellas.
Sólo significa.que todavía tienes emociones para sanar, igual que
cualquier otro ser humano.
Lo que hace a una
persona espiritual es su autenticidad. No pretende mostrar nada, no le interesa
ser visto ni admirado, y no busca nada en el mundo, porque sabe que este no
tiene nada para ofrecerle. Si en algún momento descubre que su ego lo esta
engañando, inmediatamente vuelve a sí mismo y comienza nuevamente el trabajo
sobre su niño interior. Porque el ego es nuestro niño herido, que todavía busca
el amor de sus padres que nunca tuvo cuando necesitaba. Por ese amor es capaz
de cualquier cosa, inclusive de matar y torturar. Un asesino o una persona
malvada es sólo alguien que se ha desviado de la luz y es presa de su historia.
Todo el mal que hace es tan solo una reproducción del clima familiar que había
en el hogar de su infancia, y sigue haciéndolo porque todavía en su interior es
fiel a lo que sus padres le enseñaron. Como su niño interior todavía esta
necesitando el amor de ellos (ya que él no se ha ocupado de nutrirlo con su propio
amor, es decir, no se ama a si mismo) sigue repitiendo exactamente lo que
aprendió. Si hubo violencia, ejerce violencia. Si hubo desamor, ejerce desamor.
Si hubo sobreportección, busca sobre proteger a otros No puede elegir, es
esclavo de su historia, al menos que en algún momento elija conscientemente
superar sus condicionamientos y comenzar el viaje hacia la libertad.
Por eso Jesús dijo:
“Perdónalos padre, no saben lo que hacen”, porque literalmente estas personas
están poseídas por el ego. Han perdido la conciencia, por lo tanto no hay
porque odiarlas. El odio o el rechazo hacia los que hacen el mal, solo habla de
la falta de compasión y comprensión sobre la verdadera naturaleza humana. Si no
hay compasión ante alguien que se equivoca, sea cual error fuere el error,
tampoco hay compasión hacia uno mismo ante los propios errores. Detrás de la
personalidad, siempre está la luz, y aunque no se vea, eso es lo que ve un
auténtico guerrero. Ahí pone su atención, no en lo que sus sentidos perciben.
Por lo tanto, si
quieres ser una persona realmente espiritual no tienes que desear ser una
persona espiritual, porque allí ya estas presa de tu ego. Solo dedícate con
pasión a sanar todo aquello que todavía te falta sanar, para elevar tu
frecuencia, y no creas por un segundo lo que te dice tu mente. No la escuches.
No le prestes ninguna atención. Haz de cuenta que fuera la mente de otro.
Desidentifícate de ella. Porque en la mente vive el ego. Sin identificación con
la mente, no hay ego. Y sin ego, solo queda el amor. Cada vez se necesitarán menos libros y será necesario más trabajo interior y si no puedes o no sabes afrontar esa parte, entonces más te vale no intentar engañar a quienes pueden leer en ti, porque serás desenmascarado delante de todos...