¿Qué ocurre?
Que hay gente que necesita o prefiere que sean otros los que
les motiven, dirijan o planifiquen en su aprendizaje o búsqueda. Y eso lo
entiendo y no me parece mal.
Ya os he explicado en varias ocasiones que hay distintos
tipos de almas, ¿lo recordáis chicos? ¿No? ¿Se os ha olvidado? Jajajajaja…
Bueno os refresco la memoria un poco:
¿Recordáis aquello que os compartí de Almás Bebé, Almas
Jóvenes, Almas Maduras y Almas Viejas?
Pues tiene mucho que ver con esto que estoy diciendo. No
quiero extenderme demasiado, pero bueno, en líneas generales quiere decir que
hay almas muy incipientes que acogen una encarnación de alguien que viene a
experimentar y todavía no tiene mucha práctica o quizá ninguna como ser humano.
Son almas que funcionan de forma grupal o como tribus urbanas, que necesitan
hacer todo con otros para sentirse más seguros (Almas Bebé).
Hay en cambio otro grupo de almas que encarnan con una
desmedida obsesión por cumplir las reglas y normas impuestas y no se salen de
esa vertiente por ninguna razón. En este grupo podemos incluir a policías,
monjas, y demás grupos gregarios cuya mayor obsesión repito es que haya reglas
que cumplir y hacer cumplir. (Almas Jóvenes).
Hay otro grupo que serían las almas de personas que buscan
su propia realización personal en todos los campos de la sociedad. No necesitan
modelos y son ellos mismos los que se ocupan de su propia evolución.
Normalmente a este grupo pertenecen personas con profesiones liberales como
abogados, psiquiatras, arquitectos, etc, etc…
En este apartado hay algunas encarnaciones en las que se
pueden englobar a personas que no dudan en pisar a otras para ascender si se
encuentran en una gran empresa.
Hay una fase en la que después de haber logrado “todo lo que
ambicionaban”, los encarnados en este grupo de almas, llega un momento en que
se encuentran vacíos y ya no existen más alicientes en sus vidas. Por eso no es
de extrañar que acaben separados y buscando “un no se sabe qué” durante el
resto de sus días.
Se da el caso de muchos de ellos que al final casi de sus
vidas, cuando ya tienen dinero suficiente y carecen de necesidades básicas,
porque ya las tienen cubiertas, entonces toman la decisión de abandonar sus
familias, sus apegos y todo lo demás, para dedicarse a evolucionar ellos mismos
por dentro. Normalmente algunos lo encuentran y en cambio otros mueren enojados
por no haber sido capaces de ello. De ahí que el índice de suicidios por
desengaño de sí mismos en este grupo es muy alto. Estoy hablando de las Almas
Maduras.
Y por último me referiré al grupo de las Almas Viejas. Estos
seres ya han encarnado en varias ocasiones y por ende tienen un conocimiento de
todo bastante completo. Y ellos como seres están muy avanzados. Normalmente
estas Almas Viejas ya no tienen ningún interés en triunfar dentro de la
sociedad. Apenas le prestan atención a las modas ni “al qué dirán” los demás.
Su mente está muy oxigenada y normalmente se conducen con mucha coherencia en
sus vidas aunque el resto no les comprenda por no ser depredadores teniendo las
capacidades que tienen.
Muchos de vosotros sois Almas Viejas y aunque no lo
recordáis ahora, no venís obsesionados con nada de lo que aquí está o deje de
estar de moda. Sabéis o intuís a la perfección que sois “diferentes” y que
venís con una misión concreta que necesitáis hallar. Claro, luego ocurre que
cuando lográis contactar con vuestros guías y os lo explican, os sobreviene el
miedo a la responsabilidad y preferís no creer en aquello que os dicen que sois
jajajajaja…
Como dicen los Maestros: “¿para qué preguntáis y queréis
saber si luego cuando se os refiere, os sobrevienen las dudas y los miedos. No
confiáis en vosotros y confundís la humildad con el ponerse a salvo y
hasta pensáis que como humanos
imperfectos todo esto os viene grande?”.
Entonces claro, hablamos de almas viejas que asumen su
condición, pero tienen miedo de exponerla o de emplearse a fondo porque dudan o
afirman no saber con certeza.
En esta parte de la vida ocurre que entonces sin saber cómo
ni porqué, se comienza a recibir “ayuda” desconocida, aunque en principio pocos
lo intuyen o se dan cuenta.
Esa primera ayuda comienza a través de “señales” de todo
tipo que van ocurriendo en las vidas de cada uno de los seres que pertenecen a
este grupo de Almas Viejas.
Estas señales pueden ser sueños, visualizaciones,
causalidades, sincronismos, encuentros, mensajes que llegan de diferentes
formas, luces, números maestros, emociones que surgen por un recuerdo, por una
película, por un libro, por una palabra…
En fin, muchas son las fórmulas que “los guías” emplean para
“ayudar” a despertar a esas almas y que se pongan a desarrollar y cumplir el
“compromiso sagrado” que han pactado previamente en el llamado Plano de Deseos
y/o de Evaluación.
Entiendo pues que muchos quieran saber y no quieran perder demasiado
tiempo en buscar por ellos mismos; así es como eligen entonces que sean otros a
través de los cursos que imparten y aunque tengan que recompensarles con un
dinero, para que les ayuden a saber, a comprender de sí mismos. A buscar su
misión, porque repito, intuyen que tienen una, pero no la recuerdan…
Y aquí es donde yo digo que no lo necesitan. No necesitan
pagar por algo que por derecho les corresponde y que además pueden obtener con
mucha mejor disposición, claridad y certeza.
Porque vamos a ver… pongamos un ejemplo claro:
En mayor o menor medida, la gente busca ejercer la sanación.
Sanarse a sí mismo y poder sanar a los demás. ¿Cuántas fórmulas, modalidades,
cuántas filosofías existen para sanar? Ni se sabe. Ahora mismo me vienen a la
memoria ejemplos como la homeopatía, las flores de bach, el Reiki, el magnific healt,
la biodescodificación, la sanergia, etc, etc… y hay una base común que las une
a todas ellas, que es el equilibrio del espíritu, para que la materia no
refleje una distorsión.
¿Acaso no estamos hablando de tomar o retomar la información
relativa al equilibrio que ostenta el Ser Superior de cada uno?
Si tu Ser guarda memoria de lo que es estar bien balanceado,
es Él el que te lleva, (quieras tú o no lo quieras, te resistas o no te
resistas) a culminar un proceso que al final te devuelve a tu esencia. O dicho
de otra manera para que se entienda mejor.
Estés enfermo o no, errado o lúcido, completo o incompleto,
triste o alegre, despierto o dormido… ¿al final dónde terminas? ¿Lo sabes?
Al final terminas elevándote y uniéndote a tu esencia real. Y
todo lo vivido con anterioridad como materia ha quedado en información que bien
procesada te da como base alquímica, la sabiduría. ¿Y entonces las enfermedades
y todos los procesos que has vivido en qué se quedan? Se quedan repito en
información para el Ser Energético Real, primero y en información para toda la Unidad de Seres de la Creación. Es decir, entonces
tenemos y somos una biblioteca viviente que surte y alimenta a la propia Creación.
Así que el Libro de la Vida
de cada uno, es a fin de cuentas la Gran
Biblioteca Eternamente dirigida y sostenida por el Altísimo
Gran Padre Creador de Todo lo que Es.
Así que la sanación, en el futuro se unificará y no habrá
diferentes filosofías. Toda sanación será “espiritual” y con eso basta. Dicho
de otro modo, para estar sano en todos los aspectos habrá que aprender a acudir
al espíritu. A tu propio Ser…
Y cuando hables con Él y le digas que le invocas para
sanarte, seguramente Él te responderá para decirte: “te entiendo y te amo, pero
he sido Yo, el que ha propiciado esa enfermedad y la ha pactado contigo para
que nos sirva a ambos de enseñanza, por razones que tu mente actual no entendería.
Pero Yo te pido que confíes en mí y lo dejes todo en mis manos, porque ambos
estamos viviendo un proceso sagrado que nos tiene que llevar a ayudar en el
Plan Divino a la Creación.
¿Qué pasa entonces con las preguntas que hacemos para
recabar información de los archivos akáshicos? Pasa exactamente lo mismo. Si tú
aprendes a comunicar con tu Ser Superior, el cual es unidad permanente con los
registros, no necesitarás invocar a los guardianes de dichos registros, porque
tú tienes la llave en ti de pleno derecho desde que eres creado.
¿Entonces quieres decir Jose que no es necesaria una
iniciación para recabar información a cerca de nosotros?
Sí, eso es lo que estoy diciendo. Ni tienes que iniciarte en
ningún curso de nada para poder saber de ti, ni tienes que diplomarte en ningún
tipo de disciplina de sanación, ni tienes que pertenecer a ninguna filosofía de
ninguna clase…
Simplemente utiliza el “canal dorado” que te ha sido
otorgado de serie, de fábrica desde que fuiste creado y haz uso de las
herramientas que vienen por añadidura.
¿Queréis un ejemplo más claro todavía aunque eso signifique
exponerme yo mismo?
Mirad, cuando quise saber de mis vidas anteriores, no
necesité más que invocar a mí Ser. Y él como Maestro y Guía del proceso de los
dos, que somos uno, se limitó a hacerme partícipe de cuanto necesitaba saber. Conozco
muy bien los procesos que he vivido y para qué. Sé perfectamente lo que fui en
mi vida anterior y lo que hice y porqué lo hice. Conozco el origen de lo que
hago ahora y porqué lo hago.
Y lo mismo pasa con las enfermedades. He pasado por un cáncer
y pedí explicaciones de la necesidad de tener que pasar por ello. Se me dieron
las explicaciones, al menos las que mi mente humana puede procesar y con ello
quedé conforme y feliz de saber aguantar y conservar mi FE en él.
Y podría citar muchísimas otras informaciones sobre otros
procesos de mi vida actual o de las anteriores y todas ellas provienen de lo
que más cerca tengo a mano que es mi propio Ser; ¿para qué necesito yo ajustarme
a las modas, o adaptarme a “las mercaderías” que pululan por unos y otros
canales humanos establecidos, si con solo emplear el poder de la intención e
invocar a quien mejor puede resolver mis dudas, consigo el propósito de
completar todo cuanto necesito?
¿Entonces quieres decir que solamente con “charlar” íntimamente
con nuestro Ser Superior bastaría?
No solo lo digo, sino que soy ejemplo vivo de ello, como
tantos y tantos humanos que han querido ponerse a trabajar ellos mismos en
serio y no empeñarse en que otros les hagan el trabajo que ellos mismos se
comprometieron a hacer.
La siguiente pregunta sería… ¿y entonces cómo hago yo para
poder tener esas charlas con mi propio Ser Superior?
¡Ah querido! Ese ya es otro tema… ¡ven y me lo preguntas! Yo
te enseñaré…
Un abrazo… y otro más grande para los que aún ni lo
entienden ni lo comparten, porque eso quiere decir que aún tendremos muchas
ocasiones de seguir viéndonos.