Zonas de juego, casas en el
jardín, nidos para pájaros y hasta saunas… Todo lo que pueda pasar por
tu imaginación puede adaptarse perfectamente al tamaño de una pequeña
casa de madera. Hogares que solo se podrían encontrar en las ilustraciones y dibujos de los cuentos de niños llegan a la vida real.
Si quieres sentirse como Caperucita Roja visitando a su pobre
abuelita secuestrada por el lobo feroz solo tienes que acercarte a la
carpintería de Dan Pauly en Minnesota. Pauly heredó el negocio familiar
de tallar la madera, oficio que ya tenía su bisabuelo en Suiza. Aquí van
algunas de sus obras de arte: