"Los individuos nacidos del espíritu, reciben una motivación nueva en la vida"... Libro de Urantia. Pág. 1766.
LA FELICIDAD, ¿QUÉ ES Y DÓNDE SE ENCUENTRA?
¿Qué es la Felicidad? Se suele identificar con un acontecimiento favorable, una emoción especial, o con un golpe de suerte. Sin embargo la felicidad es algo mucho más integral y profundo, no pertenece al campo restringido de los afectos o de los acontecimientos externos. “Porque las seguridades temporales son vulnerables, en cambio las certezas espirituales son permanentes”. La verdadera felicidad es un estado de conciencia y por lo mismo brota desde adentro, dando una nueva percepción y una nueva dimensión a la totalidad de nuestra existencia. “Los individuos nacidos del espíritu, reciben una motivación nueva en la vida”. Aun cuando parezca una ilusión, para ser feliz sólo necesitamos el deseo sincero y el propósito de serlo, porque ella es nuestra elección volitiva y para conseguirla, debemos estar abiertos a los cambios y al reciclaje de los problemas y de las dificultades que en mayor o menor escala siempre vamos a tener, pero en vez de quejarnos o resignarnos a lo no deseado que nos está ocurriendo, debemos innovar nuestra manera de vivir y no tener miedo de los posibles cambios que debamos hacer. Los problemas asumidos son los cimientos de la felicidad. “Los hombres inteligentes, deben dejar de razonar como niños y deberían intentar utilizar la lógica propia del adulto, lógica que tolera el concepto de la verdad juntamente con la observación del hecho”, pues “la semilla de la verdad teórica está muerta, los más altos conceptos morales, no tienen vigencia a menos que, el Espíritu divino infunda inspiración sobre las formas de la verdad y la rectitud”. La felicidad no es un don que se nos regale, la debemos fabricar nosotros mismos con la ayuda divina y día por día, minuto por minuto...”Porque la felicidad está indisolublemente vinculada al progreso espiritual, pues su crecimiento produce un deleite duradero y una paz que trasciende toda comprensión”
Los seres humanos que están revestidos por la energía espiritual no temen, no necesitan devolver los golpes. No les es necesario hacer acopio de supuestos enemigos, pues no los necesitan ya para nada...
Así que todo cuanto contemplan de la vida y del entorno que les rodea es maravilloso a sus ojos. Nada es personal, nada les influye salvo su propio espíritu y su forma de "crear" su propia realidad.
Esto no quiere decir que desprecien la realidad de 3D en la que viven, justo al contrario, aman el haber podido vivir una etapa de despertar, de lucidez y de progreso, gracias a esta "escuela de vida" que se les ha regalado. Porque repito, la felicidad no se regala, se la construye uno mismo en esta realidad que sí que es regalada. Es una oportunidad para crecer y ver posibilidades donde nadie las ve.
Es como si el Gran Padre de Amor y de Todo lo que Es te dijera: "¡anda ve hijo mío! no es que te vaya a gustar en demasía lo que ves, yo soy el primero en entenderlo. Sin embargo si buscas, no en lo que se ve, sino en aquello que no se ve, te darás cuenta de que os he proporcionado las herramientas adecuadas para que encontréis la felicidad donde muy pocos la hallarán. ¡Anda ve! ¿Lo harás por mi?"
Si vemos las noticias nos parece y con razón que el mundo está cada vez peor... sin embargo la propaganda sabe muy bien como revertir este estado de ánimo y nos dice que basta tomarse una bebida de una marca determinada para que la alegría y la felicidad nos inunden...Ninguno de estos dos paradigmas son verdaderos porque ni el mundo es un infierno, ni la felicidad se encuentra en una botella.
Sin embargo, me gusta el ejemplo de la botella, porque no estamos partiendo de la nada, pero para adueñarnos del contenido maravilloso que nos ofrecen, es preciso poner nuestro esfuerzo en destaparla para ponerla a nuestro alcance, para nuestro consumo y deleite y es precisamente eso, lo que ni más ni menos es la felicidad. La tenemos a nuestro alcance ¡sólo nos falta hacer el esfuerzo de destaparla y dejarla salir!
Por el sólo hecho de ser hijos de Dios, todos poseemos la semilla de la felicidad porque El habita en nuestra alma, si tuviésemos conciencia de este sólo hecho, nos daríamos cuenta que no tenemos motivos para ser miedosos ni amargados “porque nuestro mañana está en manos de Dios” que es nuestro Padre y nos ama con un amor infinito y que siempre deseará nuestro bien espiritual y material, porque ambos van unidos y se complementan, porque “mientras os dedicáis a la obtención de las realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades de la vida temporal”
Desgraciadamente se nos enseñó que esta vida es un valle de lágrimas, en vez de mostrarnos esa felicidad y ese regocijo que se origina en la vida interior, al tener la certeza que nada es por casualidad y que cualquier sufrimiento o prueba, no es más que una nueva oportunidad, para crecer y fortalecer nuestro espíritu, porque la felicidad no está fuera, no consiste en lo que tenemos sino en lo que Somos y en lo que podamos llegar a ser en el tiempo y en la eternidad.
Se dice que la felicidad es efímera, porque se le suele identificar con los afectos o con los acontecimientos favorables de nuestro entorno, sin embargo ella es algo mucho más integral y profundo, no pertenece al campo restringido de las cosas externas, porque “las seguridades temporales son vulnerables, en cambio las certezas espirituales son permanentes”
La espiritualidad y la felicidad van siempre unidas, porque provienen de lo más íntimo de nuestro Ser porque "los que aceptan la enseñanza, se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse. Una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de los que están seguros de Dios"
Si nos cuesta mucho sentirnos alegres y felices... revisemos qué es lo que espiritualmente no estamos haciendo bien...San Agustín decía que un santo triste...es un triste santo...
Bajo mi punto de vista, la espiritualidad y la felicidad van siempre unidas, pero veamos qué opina la Ciencia...
Eduardo Punset, experto en felicidad
Aprendiendo A Ser Felices (Capítulo REDES 363)
Todas estas palabras de este texto anterior están basadas en lo que he podido leer del Libro de Urantia. Es un libro complicado de entender, pero tiene algo que me fascina, que no tiene edad. No importa cuándo se haya escrito ni de dónde provenga; lo único que sé, es que cuanto más lo leo, más actual me parece...
El miedo es una emoción que se experimenta a menudo y que no siempre reconocemos porque no es cómoda ni agradable la sensación que provoca. Cuando tenemos miedo podemos sentirnos ya sea intimidados, inseguros o pequeños ante situaciones que creemos no podemos transformar o controlar, o que pueden pasar sin que nosotros podamos hacer algo al respecto, como cuando sentimos miedos al futuro, a perder algo que queremos, a no tener o poder llegar a ser algo.
Sentimos miedo cuando la posibilidad de lo que no queremos que suceda es más grande que nuestro poder de dominarla. Las imágenes entonces aparecen o intentan aparecer en nuestra mente. A veces ni queremos verlas, las escondemos o tapamos debajo de pensamientos como: “Eso no va a pasar”, “No pienses en eso” “Cómo crees, eso no existe”.
Pero muchas veces esto no es un consuelo suficiente, y en nuestra cabeza siguen ganando los sentimientos o imágenes de lo que no queremos que pase. Y podemos seguir negando o disfrazando este sentimiento, lo cual puede generar un gran estres en nuestro cuerpo provocando sintomas como los que siguen:
Y esto lo sentimos por lo general cuando tenemos miedo a ciertas cosas o experiencias como miedo:
A perder
A que nuestra integridad se afecte
A no ser, poder, tener, etc.
Al futuro
A las enfermedades
A la muerte
A la oscuridad
A no ser suficiente (en el trabajo, en la relación, etc.)
¿Cómo transformar el miedo?
Si analizamos, realmente el miedo sólo existe en un momento futuro, porque realmente a todas las cosas que les tememos no están, o no han sucedido, o son simplemente posibilidades en nuestra imaginación.
Así que, resumiendo, el miedo es sólo un fantasma.
¡Bú! ….Aquello que temes, no existe. No existe aún. Es una posibilidad.
Para curar el miedo el primer paso es…
Aceptarlo. Si no aprendes a aceptar tus miedos será muy difícil transformarlos. Y el miedo estará tocando silenciosamente tu cabeza asi como alguien toca la puerta: “Toc, toc toc…” ¿Qué hacer? Tienes que abrir la puerta de tu atención al miedo, y observarlo así como si vieses una película. A esto se le llama enfrentar un miedo. Obsérvalo y no lo juzgues, ve las imágenes que aparecen delante de ti aunque te parezcan terribles, horrorosas o feas. Si esto te da miedo, entonces sólo debes quitar el juicio. No veas lo que te da miedo como algo malo. El secreto está en verlo simplemente como una posibilidad. Di: “Esto es sólo un aposibilidad entre tantas que hay en el universo de este mundo”. Y luego, una vez que veas la posibilidad, entonces di: “Pero yo Elijo esta otra posibilidad”. Y entonces piensas en lo que si quieres que pase.
Sustituyendo imágenes mentales: el segundo paso es sustituir imágenes mentales es una de las claves mas poderosas para empezar a eliminar los miedos y fortalecer tu mente, haciendo que se enfoque en lo que si quieres.
Tercer paso: ¡usa tu libre albedrío! ¿Sabes lo que es el libre albedrio? Es la capacidad que tienes de pode elegir tus pensamientos, los cuales cultivan tu realidad. Hay muchas posibilidades, muchos pensamientos que pueden sembrarse en tu mente. El miedo ocurre cuando no tienes fe en que tu eres el creador de tu realidad, y que esta esta destinada o sujeta a alguien o algo más allá de tu fuerza creadora.
Ten fe: tener fe es vivir sabiendo que tu eres el que transforma tu realidad. Cada vez que elijes un pensamiento que quieres, cada vez que sustituyes pensamientos que te limitan por pensamientos más grandiosos e ilimitados, en tu mente ocurre una reacción de poder que provoca que tu realidad empiece a transformarse hacia lo que estas eligiendo. Asi ha crecido todo lo que esta a tu alrededor. Y nada que hayas vivido y de lo cual ya hayas aprendido se repetira en tu vida. Muchas cosas que temes son sólo recuerdos de otros tiempos, o vivencias de alguien mas, o noticias o informacion que esta en el ambiente y que tu aceptas como verdad cuando crees que eso t epuede pasar a ti. Pero toma nota: la mente que creo otras realidades no es tu mente. Y todo aquello que hayas vivido, en un sentido evolutivo, no puede ser repetido. Si tienes miedos a cosas que t ehan pasado antes, o no quieres qu et epase lo que al vecino, esto no tiene porque suceder. Primero, porque tu mente es la que crea tu realidad. Segundo: porque lo que ya has aprendido y vivido, no tiene porque repetirse.
Usa tu miedo, entonces, para entrenar tu mente. No para limitarte ni detenerte. Verás que tu pensamento es poderoso y que puedes hacer crecer en tu realidad lo que quieres. ¿No lo crees? Bueno. Tienes que practicarlo. Nadie te puede convencer de nada si no lo pruebas. Prueba. Haz crecer tus propias verdades. Y si alguien te hace sentir menos de lo que eres, o te intimida o limita, arráncalo de tu vida.
Practícalo ahora….
Piensa en algo que te de mucho miedo, velo en tu mente, y luego, sustituye la imagen mental por una que te guste o que quieras que suceda. Haz esto cada vez que venga el miedo. Si insistes, veras como poco a poco van sucediendo cosas en tu vida equivalentes a lo que piensas. Y empezaras a tener más confianza y fe en lo grandioso dentro de ti.