El libro de Dzyan es considerado uno de los libros prohibidos ademas de ser el manuscrito más antiguo del mundo y se encuentra en una cámara secreta del Tíbet.
La ocultista Helena Blavatsky fue de las primeras personas que pudo tener alcance a este libro alrededor de 1850 y se basó en él para escribir sus obras, principalmente “La doctrina secreta” y así fundar la teosofía, corriente, que a grandes rasgos, pretende buscar la sabiduría divina a través de la ciencia y la filosofía uniendo aspectos de varias religiones.
Madame Blavatsky.
Cuando el Tibet se enteró de que Helena estaba reproduciendo algunas partes del libro de Dzyan le prohibieron la entrada al país, intentando siempre mantener el secretismo que rodea a este manuscrito.
Tanta es la obsesión por que este libro no vea la luz que, en un viaje en barco en el que iba Madame Blavatsky, el barco explotó, pero la ocultista sobrevivió y siempre ha mantenido que no fue un accidente.
Potala o templo de Lhasa.
El libro de Dzyan no contiene texto, sino que es un conjunto de imágenes, símbolos y arcanos místicos que no todos podemos comprender.
Por su contenido se cree que el libro fue escrito en un tiempo en el que el ser humano no habitaba todavía la tierra y habría sido escrito por seres que no están hoy en día en nuestro planeta.
El libro dice que hace 18 millones de años, en la tierra, vivían unos seres oníricos que no tenían ni huesos, ni cuerpo, ni sistema nervioso que se habrían creado a ellos mismos, solidificandose después creando así el espacio tiempo que conocemos.
También relata que hace 15 millones de años habitaron la tierra unos seres inteligentes y enormes, los gigantes, como reconocen muchas culturas antiguas.
Estos gigantes tenían la capacidad de auto fecundarse y propagar así su especie, no se conocen datos de su extinción, al menos en la tierra.
Estas teorías serían contrarias e imposibles para la ciencia que todos conocemos y escapan a nuestro parecer, del conocimiento de nuestra especie.
El investigador y cofundador de la teosofía junto con Blavatsky, Henry Steel Olcott, escribió el diario de Olcott en 1898 en el que recopilaba información del libro de Helena y sacaba algunas conclusiones sorprendentes, entre las cuales se encuentra este impresionante párrafo:
La raza de los seres venidos de las estrellas, “Iniciados”, se denominaban a sí mismos CAINA o INCA, y llegaron a regir los pasos de la humanidad; luego volvieron a sus refugios subterráneos para seguir manejando hasta nuestros días los vacilantes pasos de un mundo en decadencia que es la Tierra.
Muchas leyendas e informaciones falsas circulan por internet acerca de este manuscrito, lo único que sabemos es que el manuscrito y los libros de Blavatsky y Olcott están ahí para que saquemos nuestras conclusiones, y que algunos por algún extraño motivo que desconocemos no quieren que esas páginas vean la luz.