La grandeza de una nación y su progreso puede medirse en cómo trata ésta a los animales”
Gandhi
Si asumimos esa frase como cierta, ningún país en el mundo es grande ni avanzado porque la forma en que la humanidad está tratando a los animales es una de las mayores infamias y tragedias de la historia.
El debate sobre la necesidad de mitigar el sufrimiento de los animales, o erradicarlo totalmente, trasciende a la ganadería intensiva y salpica a todos los ámbitos donde existe una relación entre el hombre y los animales: industria cosmética, peletera, mascotas, caza, espectáculos y experimentación animal.
No es necesario masacrar al resto de las especies para tener una alta calidad de vida, de hecho, es más bien lo contrario.
Esa maravillosa foto de Gregory Colbert no es un montaje ni una utopía. Es una situación verídica de humanos conviviendo en armonía con animales. No son de otro planeta, son terrícolas pero ellos se diferencian de la mayoría de la población en sólo dos aspectos: conciencia y respeto hacia otras criaturas.