Ciertamente nos vamos a encontrar con situaciones
en las cuales alguien va a discutir acaloradamente con nosotros.
En situaciones así podemos tender a que el enojo nos gane
y que una discusión se convierta en una pelea campal.
El Señor nos llama a ser mansos como ovejas
pero astutos como serpientes, y en una situación difícil
lo menos que podemos hacer es caer en gritos e insultos,
pues solo aquel que no tiene argumentos,
solo aquel que no tiene la razón,
solo aquel quien simplemente sabe que no hay razones
para su posición empezará a gritar para,
de esta forma, tratar de callar al otro ante la falta de argumentos.
La paz del mundo inicia en nosotros
como personas y puede llegar a lugares donde nunca pensamos,
pero tenemos que empezar porque la razón
y nuestro espíritu manden sobre cualquier emoción.
No pierdas las batallas con gritos,
gana la guerra con argumentos, paz y serenidad.!!!!
Tomado de la Red..