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General: ABANDONADOS....
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De: ----TORMENTA---  (Mensagem original) Enviado: 15/10/2011 16:52

ABANDONADOS

¿Dónde están mis hijos?

Me pregunto, cuando veo a mí alrededor

sin encontrar nadie a mi lado.

No puedo evitar que amargas lágrimas

bañen mi rostro,

al ver a mi viejita y a mi abandonados

nuestra suerte

por aquellos a quienes les dimos la vida.

No los puedo juzgar, ¡son mis hijos!...

Y tal vez solo me están cobrando

con sumos creces

los errores cometidos en mi loca juventud.

Pero... ¡como duele su indiferencia! a nuestro padecer.

No fui el mejor de los padres, mi proceder

tal vez deja mucho que desear.

Un tiempo, por pagar mis delitos a la sociedad,

no pude cumplir cabalmente mis obligaciones,

pero cuando gocé del poder que da el dinero:

¡No había deseo ni capricho que no les cumpliera!

Mi pobre vieja, su abnegada madre,

jamás los dejo a su suerte,

Ejerció hasta los trabajos más duros,

con pies llagados y manos agrietadas,

el rostro por el sol quemado,

para llevarles un mendrugo de pan.

Perdió la cuenta de cuantas veces

sin probar bocado

se iba a dormir, pero era feliz

al ver a sus pequeños saciar su hambre.

Después de muchos sinsabores

trabajé arduamente para recuperar el tiempo perdido.

¡Manjares deliciosos adornaban nuestra mesa!

Cuando un buen amigo me decía:

Guarda dinero para tu vejez

Me reía y respondía:

¿Para qué? ¡Que lo gocen mis hijos!

Ya vendrá el tiempo, en que ellos me darán.

¡Que equivocado estaba!

Hoy que la enfermedad y el tiempo

han minado nuestros cuerpos,

que estamos viejos y no podemos ganar

un pedazo de pan que llevarnos a la boca,

Ellos... ¡ellos simplemente se fueron!

Abandonándonos a la deriva.

¡No tenemos casa donde vivir ni un mendrugo

de pan que mitigue el hambre!

Unos amigos nos brindaron un rincón

donde dormir y comida.

Vemos pasar el tiempo sin esperanza,

ansiosos miramos constantemente

hacia la ventana esperando ver a los hijos volver.

No les deseo ningún mal, ¡son mis hijos Señor!

¡Ilumínalos para que rectifiquen su proceder!

Aunque ustedes de mí no se acuerden

A diario le pido a Dios:

¡Que los bendiga siempre!



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