Trata de comprender que Dios se interesa por todos Sus hijos,
que Él está cuidando de todos los bienamados de tu familia.
Procura no preocuparte por ellos;
tanto más les ayudarás a todos ellos.
El Maestro cuida y protege a todos aquellos
a quienes el discípulo ama y a quienes estén cerca de Él.
El Maestro se encarga de sus legítimos intereses.
Los parientes de las personas iniciadas obtienen ayuda
que los iniciados tienen por el Maestro
y al amor que los parientes tienen para los iniciados.
Hasta las almas que han dejado el plano físico obtienen
toda posible ayuda a la forma arriba descrita.
A los parientes cercanos de los sinceros iniciados,
se les concede toda posible protección en
el Más Allá, aunque hayan partido desde
mucho antes de que fueran iniciados.