Cómo negar lo innegable, lo obvio
si se trata de una cuestión de piel.
Es el amor en su máxima expresión,
es la vida en si misma...
Quién se desvive por ti cuando niño,
Quién te consuela cuando un dolor te atosiga,
Quien te arropa en las noches frías,
Y hasta su generoso pecho te ofrenda.
Quien mitiga tus penas,
enterrando sus propias miserias...
Ese alguien, que daría su vida por ti,
Esa madre, es lo más excelso que existe.
El mejor homenaje para ella
no solamente en su día,
sino todos los días,
es simplemente un beso, una caricia...
Simplemente otra cuestión de piel.