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La armadura de |
La armadura de Dios
GIndudablemente que los cristianos de hoy y de siempre recibimos diferentes tipos de ataques, y aunque sabemos que hay hermanos que sufren de agresiones físicas en algunos lugares del planeta, es mas frecuente el ataque espiritual, ya que Satanás se vale de diversos medios para hacernos tropezar, caer y volvernos atrás. Es curioso, pero aunque sabemos que el Diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar y debiéramos estar preparados para ello, no lo hacemos así y esto nos pone en un estado muy propicio para sufrir las consecuencias de los embates del maligno.
Dios en su sabiduría nos exhorta a través del Pablo a "Por lo demás hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza, vistiéndonos de la armadura de Dios para poder estar firmes contra las asechanzas del Diablo" (Efesios 6 :10-11). Si bien es cierto que la agresión física es dolorosa, lo es más la espiritual que logre hacer a un cristiano caer y volverse atrás, de ahí que el apóstol nos dice que nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra potestades, gobernadores de las tinieblas y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Estos ataques son reales, ahora mismo que tu lees esto, Satanás trabaja contigo, quizá ahora desearías estar haciendo cualquier otra cosa, que no sea estar en comunión con Dios. A través de Internet Satanás ofrece muchísimos espacios divertidos para tu mente, y alimentar nuestra carnalidad. Así que si queremos estar firmes requerimos de vestir la armadura de Dios, misma que consiste en: 1.- practicar la verdad y la justicia 2.- predicar el evangelio de la paz 3.- hacer acopio de la fe en el Señor que es nuestro mejor escudo 4.- asirnos de la Salvación y utilizar la palabra de Dios Todo esto requiere de un ingrediente fundamental, la comunión en todo tiempo con Dios en toda oración y súplica en el Espíritu. Utilizando la armadura de Dios, resistiremos en el día malo, y habiendo acabado todo, estaremos firmes. (Efesios 6 :12-18). Recuerda que la comunión con Dios debe ser permanente, a toda hora y en todo lugar. Dios te bendiga.
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