Los Golpes de la Lengua     "Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina" .Eclesiastés 10:12 Una de las cosas que producen las palabras es ruina y ruina para el que las usa mal. Los necios no saben el poder que tienen sus propias palabras, desconocen el mal que pueden llegar a causar en ellos mismos y en los demás. Las palabras duras son reprobadas por Dios, el corazón implacable frente al enojo despilfarra palabras sin misericordia, hiere, lastima y destruye. El amor de Dios en nosotros debe reflejar compasión, misericordia, amor, paciencia y tolerancia. Aun con quienes no estamos de acuerdo. Jesús dijo: Misericordia quiero... "Amarás a tu prójimo como a tu mismo". "Bendigan y no maldigan". De nuestras bocas no debe salir bendiciones y maldiciones así como de una fuente no puede salir agua dulce y agua salada. Estamos llamados a decir bien, a bendecir. La dureza del corazón se refleja en las palabras, un corazón implacable habla palabras hirientes que contristan al Espíritu Santo. Es difícil domar la lengua según nos dice Santiago 3, pero el que la puede domar sin ofender es varón perfecto, es decir, maduro. "El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio". (NVI) Proverbios 12:18 Dios aborrece la lengua hiriente, la lengua que se apresura a destruir a las personas, las palabras sin misericordia son pecado. Muchas veces estamos tentados a desplegar toda nuestra artillería contra otra persona; a clavar la espada de nuestra lengua en lo más profundo de su corazón y esto es un acto abominable al Señor, Jesús mostraba compasión, piedad, paciencia. A los corazones limpios, puros e inocentes siempre los cuida, los guarda y quien intente herirlos quedara bajo el juicio de Dios. "para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él". Judas 1:15 No creamos que somos muy hábiles y listos porque respondemos con rapidez, echando en cara, reprochando, recordando viejas heridas, estos son actos de necios. Tenemos que ser como niños para lo malo y rápidos para hacer el bien. Proverbios 16:24 Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos. Aprendamos a hablar lo que conviene, a guardar nuestros corazones y el de los demás. A cuidar los sentimientos de nuestro prójimo, a respetarlos. Esto si que agrada a Dios, El Espíritu Santo muchas veces nos guía para no lastimar a nuestros hermanos, hagámosle caso al Señor. "Haz con los demás lo que quieras que hagan contigo" "Amarás a tu prójimo como a ti mismo ".