Señor, si entre las sombras va mi vida sin vislumbrar hermosa claridad si mi estrella polar esta perdida y la paz de mi alma esta escondida ¡Dame serenidad!
Señor, si me abandona la paciencia en las horas de intensa soledad, y se entrega mi ser a la violencia, conforme, mi Señor, a tu clemencia ¡Dame serenidad!
Si al ir por entre sendas escabrosas me siento como un niño en la orfandad si encuentro mis rosales sin sus rosas si a mi huerto no vienen mariposas ¡Dame serenidad!
Si en la lucha titánica y pujante contra huestes de vicio y de maldad mi alma llega a tu trono suplicante anhelando salir siempre triunfantes. ¡Dale serenidad!
Señor, cuando la vida me sonría cuando tenga en mí ser felicidad cuando salte mi pecho de alegría cuando sea todo yo una sinfonía ¡Dame serenidad!
Dame tu santa paz a todas horas ayúdame a crecer en santidad y en las tardes tranquilas que coloras y en las noches de estrellas fulgurantes que salpican el cielo de diamantes.
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