¡Con cuánta frecuencia la falta de fe se debe a la ignorancia!
¡Si te parece que no tienes mucha fe para que Dios te cure, es sencillamente
porque no tienes una base suficiente de fe y conocimiento de la Palabra de Dios!
¡Pero ya está a tu disposición! A lo largo de toda la Biblia,
que es la Palabra que Dios nos ha dirigido personalmente a cada uno,
Él ha hecho montones de promesas para nuestra curación.
"Nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina." (2Pe.1:4)
¡Son promesas que podemos reclamar contando con que
Dios las cumplirá! Y también de ellas surge nuestra fe.
"La fe se recibe, aumenta, al oír la Palabra de Dios." (Rom.10:17)
¡Léela con mucha oración y ella te dará la fe!
No puedes decir: "Me fío del médico, pero no voy a tomar
las pastillas que me recetó. Estoy sometido a tratamiento médico
pero no quiero seguir las indicaciones." En lo que sea que se haya
puesto la fe, hay que ser consecuente y obedecer. Si es en el Señor,
tienes que tomar las píldoras de las Escrituras y seguir el tratamiento
que Él prescribe: ¡Tienes que citar y reclamar Sus promesas,
y afirmarte en la Palabra!