Hablando con Dios...
Señor, aquí me tienes de nuevo.
¡Cómo me gustaría tener un corazón de niño
para hablarte con toda la sinceridad
de mi pobre alma!
Toca Señor mi corazón, tócalo y verás
cómo despiertan las palabras que quiero decirte hoy.
Mi deseo te reclama, mi anhelo más
profundo te busca impacientemente.
Señor,
Cuando mi corazón esté frío de tristeza,
cuando todo me provoque miedo, quiero que
Tú seas mi fuego y mi consuelo.
Cuando no sepa qué camino tomar,
quiero que tú seas mi luz y mi guía.
Cuando el desaliento me invada, quiero
que seas mi paz, la razón de mi existir y
el sentido de mi vida.
Señor, fuera de ti, no hay nada que
tenga valor para mí.
Al salir de casa, acompáñame Señor.
Cuando esté desarrollando mi trabajo,
quédate a mi lado Señor, derriba mis viejos
castillos y las altas murallas de mi egoísmo.
Te doy tan poco Señor, y con tan poco
entusiasmo y alegría;
no consigo darte todo lo que deseo ni logro
amarte como yo quiero y sueño.
Señor, vengo hoy a pedirte paz,
sabiduría, fuerza;
quiero mirar al mundo con ojos de serenidad
ser paciente, comprensiva y humilde.
Quiero aprender a apreciar la bondad de
mis hermanos; cierra mis oídos a toda crítica;
que de mi boca salgan palabras para bendecir.
Haz que todos los que se acerquen
a mí sientan tu presencia.
Creo en Ti Señor, espero en Ti,
te amo con todas mis fuerzas.
Amén
Uncion Celestial...
Sra Sara