Dios de los montes y de las calles
Jehová guardará tu salida y
tu endrada. desde ahora y
para siempre. Salmo 121:8
El Salmo 121 era el preferido de mi padre, lo llamaba: "El salmo del viajero". Siempre que un miembro de la familia, huésped o amigo salía de viaje, se leía, y muchas veces se cantaba, este Salmo en las oraciones de la familia.
Con el correr de los años, mi padre disfrutó de muchos días buenos y pasó por otros que fueron oscuros y sombríos. Durante la guerra civil española,
llevaba consigo las palabras de este salmo a las batallas, por los montes y los valles, y después de la guerra las tuvo con él en el hospital casi un año mientras se recuperaba de las heridas de las bombas.
¡Cuantas entradas y salidas hizo mi padre en sus 87! años, en las calles de Barcelona para encontrar comida para su familia, Y cuando salió por última vez, creo que estaba cantando el salmo 121 mientras
descendía por el valle y se dirigía al hogar del otro lado.
¡Que tranquilizador es saber que el Dios de los montes y de las calles va delante de todo creyente en Cristo!.
Reflexión: Mantén los ojos en Dios, Él nunca quita sus ojos de ti.