La reconstrucción de tu fe
"Jesús les dijo: Por vuestra poca fe, porque de cierto os digo;
que si tuvieraís fe como un grano de mostaza diréis a este
monte: Pásate de aquí a allá, y se pasará; y nada os será
imposible". Mateo 17:20
Cuando las circunstancias por las que atravesamos parecen tomar un giro para peor muchas veces nuestra fe se ve sacudida y, desesperados, nos preguntamos cuáles son los pasos que hemos de dar para hacer frente a la tragedia y a las injusticias que enfrentamos. Independientemente de cuáles sean las dificultades concretas, una fe firme nos capacitará para hacer frente a todas las pruebas que nos puedan venir. ¿Que hacer cuando los problemas de la vida golpean nuestra fe?.
Si las circunstancias son tales que nuestros anteriores han quedado desbordados por la realidad, ¿como podemos recuperar nuestra confianza en Dios? He aquí tres consejos que pueden serte útiles.
Adopta la firme decisión de creer que Dios es fiel y totalmente digno de confianza; siente la seguridad de que el Señor siempre cumplirá sus proesas. Él desea lo mejor para tu vida. A veces lo que pensamos que es lo mejor está en conflicto en lo que Dios piensa que es lo mejor. Sin embargo los caminos del Señor son los únicos que nos conducen a la dicha y a la paz, pues fortalecen el carácter y siempre dan magníficos resultados.
Elimina toda duda respecto a Dios. Rechaza todas las insinuaciones al respecto que el diablo suscite en tu mente. Mi padre y mi madre suando eran jóvenes eran diáconos de la iglesia que asistían. Un miercoles salieron de su casa hacia le iglesia para hacer la limpieza y quedarse para el culto de oración y testimonios. Cuando regresaron a su casa, se encontraron que los ladrones les habían robado todo. Mi tio exclamó: "No es pesible que mientras adorábamos al Señor en su capilla, él no haya cuidado nuestra casa". Aceptó la duda en su mente abandonó la iglesia y finalmente murió alcohólico. ccuando decidimos no mirar nuestras circunstancias con los ojos de la duda, experimentamos paz y tranquilidad.
Lee la Palabra de Dios y medita en sus promesas.
Fundamenta tu fe en las promesas de Dios. Eso es lo único que garantiza que tu fe no naufrague cuando ruja la tempestad.
Cree hoy firmemente que Dios cumplirá todo lo que te ha prometido. Él es fiel y verdadero. Descansa en sus promesas.
Copyright©2009_CONNIE_All rights reserved