EL DRAMA Y DOLOR DE
HAITÍ
Amado Padre, alabado sea Tu Nombre.
Eres un Dios de misericordia
y con tus ángeles
acompañarás el dolor de
este pueblo que ha
sufrido la violencia de la naturaleza
Ayúdalos a empezar con consuelo y bendición.
Haz lo mejor para
cada persona y encontrar
la fuerza para superar.
Que puedan sentir el poder
de tu amor.
Mantenlos fuerte.
Bendice sus almas
y que el mundo entero
pueda ayudarlos.
Sostenlos en su dolor.
Este pueblo te necesita hoy y que
en esta cruel batalla puedas ser su Escudo.
Haz que estas palabras sean recibidas
en el corazón de muchos y
hacer más fuerte esta oración.
Por tu Hijo Nuestro Señor Jesus, amén, así sea.
Graciela Ocaranza- Santiago del Estero-Argentina