La autoridad de la Verdad
"Y cuando terminó Jesús estas palabras,
la gente se admiraba de su doctrina;
porque les enseñaba como quien tiene
autoridad, y no como los escribas.
(Mateo 7:28-29)
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A muchos de nosotros nos encanta predicar, quizá algunos de nosotros predicamos hasta dormidos, pero la predicación que vale, la que inyecta animo o la que desafía vida y transforma almas es aquella que se vive que es Mateo al escribirexpresada con autoridad no terrenal, sino espiritual.
Mateo al escribir este pasaje bíblico narra como Jesús enseñaba con autoridad, puesto que la gente admiraba su doctrina, es decir la recibía fácilmente porque lo que hablaba era la verdad, pues el mismo dijo que El era la Verdad y esta verdad es autoridad. Por el contrario los escribas muy sabedores de la palabra, pues para eso eran llamados escribas, predicaban sin autoridad y peor aun, no vivían lo que predicaban.
Pero la pregunta de este día es:¿Conque clase de autoridad hablo las palabras que Dios me ha enseñado?, ¿Será que lo estamos haciendo con autoridad?, ó ¿Será que lo estamos haciendo como los escribas?.
Mucho de nosotros somos como los escribas, sabemos muy bien la palabra, pero no la predicamos con autoridad, muchos de nosotros hemos leído la Biblia completa en muchas ocasiones pero no estamos viviendo lo que en ella enseña.
Alguien me dijo una vez y me gustaron mucho esas palabras: "Nostros predicamos las verdades de Dios como si fueran mentiras, mientras Satanás predica sus mentiras como si fueran verdades". ¿Será que nosotros somos uno de esos?.
Es hora de comenzar a vivir lo que predico, es hora de cerrar puertas al enemigo, es momento de enderezar nuestro camino de manera que el enemigo no tenga nada que hablar de nosotros y por eso no nos reste autoridad. El precio de la autoridad en tu vida es tan sencillo como mantenerte en Santidad, si tu mantienes una vida que agrade a Dios, tenlo por seguro que las personas se admiraran de la verdad de tus palabras acerca del Señor, pero si tu permites que el pecado dirija tu vida, entonces tus palabras o tu predicación será como la de los escribas, simple y sin autoridad.
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