Salvavidas
Una pregunta de todo jóven debería ser ¿De donde ha de vir mi socorro?; sin embargo el jóven de hoy sólo se hace esta pregunta en momentos de crisis; después en todos sus actos se cree autosuficiente y le da su mejor solucion a su problema, sin recapacitar en Dios, su protección y dirección.
En primer lugar debemos RECAPACITAR EN DIOS, "A las montañas levanto mis ojos" dice el salmista, recapacitar es tener tiempo y tiempo para que Dios se muestre en nuestras vidas, recapacitar en que sí levanto mis ojos podré ver la gloria de Dios; pero si sigo sumergido en mis problemas y dificultades y no levanto mis ojos sino que permanezco perdido en mis razonamientos; entonces no estoy recapacitando en Dios, ni disponiéndome a ver su obrar en mi vida.
En segundo lugar BUSCAR EN DIOS la ayuda, el auxilio,
el consejo diario; ¿De donde ha de venir mi ayuda?, esto es importante, buscar a Dios y tenerlo presente en cada uno de nuestros actos, ser socorrido por Él, ser SALVADO por Él. Busca a Dios, porque a la verdad Él no está lejos de ti.
En último lugar BUSCAR EN DIOS sobre tu vida, guía diaria para cada uno de tus actos, rumbo con propósitos para tu existencia, " Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y la tierra", sólo en Él encontramos el SALVAVIDAS para nuestra existencia, una existencia que sólo puede tener un buen final de la mano y la ayuda de Dios, porque Él es el Todopoderoso, el Único Verdadero Dios, el Creador, tu Formador, el SALVAVIDAS de tu existencia diaria y eterna.
Tú eres en quien me quiero sumergir diariamente, quiero recpacitar en ti, buscar en ti y tener dirección tuya todos los días de mi vida, no deseo más tener el control de mis actos y pensamientos con soluciones humanas, sino firmemente que Tú tengas el control total de mi vida y que aún mis pensamientos estén sujetos a la autoridad de Cristo.
"Alzaré mis ojos a los montes; ¿De donde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra" (Salmo 121:1-2).